Tras 13 años de tutela, Britney Spears. Entre gritos y lágrimas celebraban la noticia sus fans. Eufóricos a las puertas del juzgado. La jueza ha suspendido definitivamente a su padre, Jaimie Spears, como tutor. Ya no estará a cargo del patrimonio de la cantante, valorado en más de 50 millones de euros.
Así termina una larga batalla, que ha generado todo un movimiento en apoyo a la artista. Su abogado, Mathew Rosengart, a la salida del juzgado y tras una vista de más de tres horas ha dicho: "Es un buen día para la Justicia".
Desde que el pasado junio, Britney Spears rompiera su silencio y se atreviera a decir que llevaba 13 años viviendo en una cárcel bajo la tutela de su padre, que no le permitía ni si quiera tener más hijos, Rosengart, que se hizo cargo de la defensa de la artista ha logrado todas sus pretensiones, bajo la convicción de que Jaimie Spears y un grupo de abogados y empresarios abusaron del control de Britney y de su patrimonio, de 50 millones de euros. "Creo que si las autoridades investigan, podrían encontrar motivos para presentar cargos", ha afirmado Rosengart.
El padre de la artista debería haber entregado las cuentas de los últimos 13 años al tutor temporal. Sin embargo, su letrada, para evitar ese traspaso, ha pedido acaba inmediatamente con la tutela de la artista. De esta forma, no se pueden depurar responsabilidades.
A la salida de los juzgados, el letrado de Britney Spears se ha dirigido a los seguidores de la cantante congregados: "El movimiento #FreeBritney ha sido fundamental".
La presión de los fans para sacar a la luz detalles de la tutela legal comenzó en 2019, después de que Britney se negara a seguir ofreciendo espectáculos en Las Vegas (EE UU) e ingresara en una clínica de rehabilitación.