Alerta policial máxima este fin de semana por el estreno de la película 'Joker', interpretado por Joaquin Phoenix, que promete ser un éxito de taquilla, pero también muy polémico en EE.UU.
La seguridad en las salas de cine se extrema con registros de mochilas, bolsos, perros buscando armas... Y un cartel en la puerta de cada sala: prohibido venir disfrazado con máscaras, capas o maquillaje.
Todo es poco para evitar que se repita la masacre de 2012 en el estreno de 'El caballero oscuro'. Entonces, un joven de 23 años disfrazado acudió a un cine de Denver, cuando se apagó la luz lanzó una bomba de gas lacrimógeno en la sala y empezó a disparar. Hubo 12 muertos y decenas de heridos.
Su pelo teñido de rojo y su gesto histriónico recuerdan al enemigo de Batman y las familias de las víctimas se quejan ahora de la exaltación de la violencia que representa la película.
No obstante, su protagonista, el actor Joaquin Phoenix, lo tiene claro: es un personaje de ficción en un mundo de ficción. No podemos culpar a las películas de la violencia del mundo.