Iba buscando una oportunidad de una vida nueva en su papel de Massar en 'Adú', la película con más nominaciones este año a los Goya (en concreto, trece) y lo que no se podía imaginar Adam Nourou es que este terrible viaje le iba a traer a él el reconocimiento y las ganas de seguir formándose como actor, a ser nominado al Goya este año. Según cuenta a Yasss en el vídeo de apertura, el papel le llegó a partir de un casting que fue improvisando sobre la marcha y que terminó con él en España y con un reto muy grande: el de describir el drama migratorio.
Con 18 años, sin hablar español y sin saber el peso que él mismo tendría en el guion (no lo supo hasta mucho más tarde, tal como nos ha contado), así es como Adam Nourou ha conseguido algo muy importante: que nos lo creamos, que no podamos quitar los ojos de la pantalla y hasta que nos planteemos cómo podemos ayudar y no mirar para otro lado. Lo suyo ha sido el despertar de una vocación para la que ahora se está formando a tope porque tiene mucho que demostrar y con toda su expresividad e ilusión nos lo ha compartido en Yasss.
Aprovechando el tirón que le ha dado el papel de Massar, a Adam Nourou le han salido más oportunidades: primero un cortometraje y después empezó a rodar una película el pasado mes de octubre hasta que la pandemia obligó a su suspensión. Un tiempo que, hasta marzo (que es cuando se prevé que podrán volver a rodar), él está aprovechando para seguir formándose porque tal como dice: "ahora sí tengo claro lo que quiero hacer". Participar en la película de Salvador Calvo le ha dado la conciencia de que quiere ser actor y no duda en que va a seguir ese camino tanto a nivel profesional como personal.
Pero si hay una enseñanza que el joven actor francés de sonrisa fácil y, como él mismo se define, "el chistoso entre sus amigos" ha aprendido es "la gran suerte que tenemos de vivir aquí", en su caso en Francia con comodidades y libertad frente al drama de tanta gente que sufre a diario. Pensar en ellos, ponerse en su piel y hasta dudar en un momento de si podría hacerlo (suerte que estaba ahí su madre para darle fuerzas) son algunas de las sensaciones y cambios que ha experimentado tras rodar 'Adú'.
Adam admite que tras esta experiencia algo en él ha cambiado. Ha dejado de estar anestesiado a esa realidad incómoda que inspiró 'Adú', a la tragedia humana cotidiana de niños engañados por mafias, a pateras a la deriva en el mar y a esos viajes desesperados en busca de un mundo mejor.
Aunque le hemos conocido en un registro muy serio, Adam Nourou no deja de ser un chico extrovertido que se lanza a chapurrear un poco de español cuando puede, que le encanta jugar al fútbol y admite que "se le da muy bien" y sobre todo que está unido a su familia a la que ha sumado un nuevo "hermanito pequeño" con Moustapha Oumarou (el pequeño Adú). Ellos son esa amistad que conmueve y la historia central de esta cinta de Salvador Calvo que sacude al espectador en sus noventa minutos.
Por eso el próximo 6 de marzo, en un formato entre lo presencial y lo telemático se celebrará la 35 edición de los Premios Goya que para Adam son un descubrimiento. Ilusionado, aunque confiesa que no ha tenido todavía mucho tiempo para pensarlo, sabe que ese gran día lo vivirá rodeado de su familia, y que en caso de ganar ya advierte que será una explosión de alegría para todos: "Se puede liar muy parda". Y parece que lo que dice lo cumple, tal como delata su risa contagiosa. Lo cierto es que gane o no, esto es ya un triunfo y tiene motivos de sobra para celebrarlo a lo grande.