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En España, además de grandes actrices que se comen la pantalla, tenemos grandes directoras de cine, como Paz Vega o Marta Nieto, que debutan con sus óperas primas y se ponen ‘detrás de la cámara’ por primera vez. La actriz sevillana lo hace con ‘Rita’, un alegato contra la violencia de género, y Marta Nieto con ‘La mitad de Ana’, la historia de una madre y su hijo trans.
Ambas actrices empiezan un camino nuevo y ahora atraviesan también la puerta de la dirección. Derribando prejuicios y cumpliendo un sueño, empiezan un periplo ilusionante, como informan en el vídeo María Benito y Susana Ramos.
"Empecé a sentir que yo también podría ponerme detrás", cuenta Paz Vega, expresando una sensación compartida con Marta Nieto: "Tenía la necesidad de ver, cómo espectadora, películas que me interpelasen como mujer", señala la actriz murciana.
"Me planteé: ¿por qué no lo haces tú?", señala, subrayando que, "efectivamente, no hay cine de hombres ni de mujeres, sino sensibilidades distintas".
En sus óperas primas, ambas tienen a los niños como protagonistas y ambas interpretan también a sus madres. En Rita la violencia de género no se ve, se percibe. Misma sutiliza en 'La mitad de Ana' para hablar de un niño trans.
De las 26 películas en la Sección Oficial de la Seminci, 11 las dirigen mujeres. "Las cuotas funcionan y a la vista está", dice Marta Nieto, mientras Paz Vega subraya: "Los números se están tornando". No es cine de mujeres, sino de mujeres haciendo cine.
En ‘Rita’, Paz Vega hace un alegato contra la violencia de género a través de la inocencia y la esperanza de una niña de siete años que crece en un barrio sevillano de los años 80 y en una sociedad que aún ve con rechazo la aprobación de la ley del divorcio.
“Es un homenaje a las madres que sacrificaron todo y no tuvieron ninguna otra opción de vida”, ha señalado la propia Paz Vega al respecto de su ópera prima, en la que también actúa.
Rita, interpretada por Sofía Allepuz, es una niña de siete años que crece en un barrio obrero sevillano de la España de 1984, donde vive junto a su hermano Lolo (Alejandro Escamilla), de cinco años, y sus padres, Manolo (Antonio Álamo), un hombre impregnado del machismo de la época, y Mari (Paz Vega), madre y ama de casa que, silenciada, quiere recuperar la libertad.
Tras estrenar su debut como directora en la Piazza del Festival de Locarno, en Suiza, la sevillana ha insistido en su mensaje: “Somos las mujeres que somos y vivimos la realidad que vivimos porque tuvimos unas madres que hicieron el clic, dijeron estudia, sé libre, no creas que el matrimonio en la solución para todos", señalaba ante los medios en el marco de la ’Sección Oficial fuera de concurso de la 69 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci)’.
Por su parte, la actriz murciana Marta Nieto se reinventa como directora con ‘La mitad de Ana’, también su ópera prima, en la que relata la búsqueda de la identidad de una madre avasallada que logra despertar ante la crisis de su hijo, un niño trans.
Se trata de cómo "una mujer adulta que puede reinventarse y renacer de una nueva forma", señalaba ella misma en una rueda de prensa en el marco de la 69 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
Como Paz Vega, la actriz se reinventa como directora, autora a la vez que intérprete, relatando en esencia un retrato sincero de la relación de una madre y un hijo que intentan encontrarse a sí mismos.
El filme presenta a Ana (Marta Nieto), una madre separada que compagina su trabajo precario como vigilante de sala en el Museo Reina Sofía con el cuidado de Son (Noa Álvarez), su hija de ocho años, cuyo padre, Michel (Nahuel Pérez Biscayart) vive con su nueva pareja en Villajoyosa (Alicante) y trabaja en un bar frente al mar, un lugar donde Son adora estar.
En su vuelta a Madrid tras parte del verano con su padre, Son manifiesta su conflicto: se imagina saludando con el mar de fondo, camiseta de tirantes y bañador de chico, y se pregunta por qué ha sido una niña. Es ese un desencadenante en la trama, que muestra su exploración de su identidad de género, ante lo que su progenitora, avasallada por su contexto de madre y artista frustrada, emprende también un viaje interno que le lleva a preguntarse quién es.
"La intención de verte reflejado en la pantalla, seas como seas, es parte de lo que tenemos que hacer", ha dicho Nieto sobre su película, confesando además que autodirigirse en este filme ha sido "de lo más difícil" que ha hecho "nunca jamás".
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