Los encierros de Sanfermines tienen un protagonista muy especial. Se trata de un mozo de 68 años, que lleva 52 corriendo. Desde la muerte de su hijo lo hace con las fotos del único encierro que pudo correr con él, nos informan en el vídeo Paula Zabala, Mikel Felipe y Nerea Larriu.
Con los nervios a flor de piel, concentrado, Alberto -o Torrechiva- como se le conoce, se encomienda antes de cada encierro. Aunque toda la suerte que necesita la lleva con él: en su camiseta luce la foto de su hijo y las de la única carrera que pudo hacer con él.
“Fue una experiencia muy bonita”, recuerda Alberto hoy como si fuera ayer.
El hijo de Alberto murió en un accidente de tráfico. Desde entonces no ha dejado de correr los Sanfermines con la imagen de su hijo en la camiseta. Alberto lleva 52 años corriendo y desde que no está su hijo, lo hace con su recuerdo.
Junto a su sobrino, Torrechiva corre uno de los tramos más peligrosos de San Fermín. Un sobrino que luce la camiseta que llevó su primo. “Es mi amuleto, me da suerte”, explica.
Alberto es una institución en Pamplona. Todos le conocen y le respetan. Cada año repite y sigue haciendo amistades en honor a su hijo.
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