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Para las más de 120.000 personas que, durante hoy y mañana, tendrán la suerte de ver en directo a Taylor Swift en el Santiago Bernabéu, es impensable la idea de que, en su última visita a Madrid, la súper estrella se llevara una de las mayores decepciones de su carrera. El 19 de marzo de 2011, en el marco de su gira Speak Now, una joven Taylor con aires de country dio un concierto exclusivo en el antiguo Palacio de los Deportes, al que no asistieron más de 5000 personas. Ésta podría ser, por tanto, la razón de peso por la que la artista ha tardado tanto tiempo en pisar suelo español.
Los real swifties, que ya la seguían hace 13 años y que siguen siendo fieles a su ídolo americano, han recordado en redes cómo fue aquel concierto, calificado de fracaso total, en el que se pueden apreciar los amplios huecos que había en la pista situada en el escenario. Vestida con trajes de flecos y faldas de los 50', Taylor, que ya era venerada en su país, cantó 13 temas para un reducido grupo de fans, que nada tiene que ver con la horda de asistentes que habrá en el estadio de Real Madrid dentro de unas horas y que supondrán para ella una sanadora redención.
En TikTok, hay fans que recuerdan al detalle cómo fue aquel concierto y que, todavía hoy, no dan crédito a lo vacío que estaba el recinto. "Recuerdo tener a Taylor Swift extremadamente cerca y que había mucho espacio a mi alrededor", ha contado una usuaria en su cuenta. Nada que ver con la ansiedad que hay actualmente con permanecer a pie de pista para "no perderse ni una sola canción", hasta el punto de que algunos seguidores han llegado a ir a los conciertos con pañales de adulto para no perder el tiempo, ni siquiera, de ir al baño. Otra dato a destacar es que, en aquellos años, la entrada general costaba tan sólo 39 euros; un precio muy alejado del precio, entre los 147 y los 489 euros, que hoy han alcanzado.
Esta vez, Madrid ha recibido a la cantante como a una auténtica superestrella, idolatrada a nivel planetario por la Generación Z. Hasta el último momento, temiendo la masiva aglomeración de los seguidores, no se ha comunicado que se alojará en el lujoso hotel Villa Magna situado en el Paseo de la Castellana. Su llegada ha paralizado la ciudad, provocando cortes en las carreteras aledañas al estadio y hasta problemas en las entradas y salidas de los colegios cercanos, algo que el alcalde de Madrid ha prometido suavizar de inmediato. Poco queda entonces de aquella Taylor que fue ignorada por Europa, pues ahora, hasta la propia UE le ha pedido ayuda en la influencia del voto.
Para el debut, los fans a pie de pista ya han pasado su primera noche de acampada frente a las puertas del Bernabéu, en busca de las primeras filas. Todos ellos lucen el out fit marcado por las canciones de Tay, con las pulseras de la amistad y el número 13 por bandera. Sin dudarlo, se han gastado todos sus ahorros - destinados al efecto - en las entradas y el despliegue de merchandising que se ha montado en torno al concierto.