Este lunes el Museo del Prado inaugura junto a la Fundación BBVA una exposición en la que los cuadros cobran un sentido especial y se enfatiza la labor informativa que realizaban a finales del siglo XIX. Los cuadros no son solamente un elemento decorativo, sino que a lo largo de los años han tenido funciones muy importantes. Quizá la llegada de la televisión o la radio que aportan una comunicación inmediata y de gran alcance, han opacado la que era una función principal de los cuadros: contar historias.
Este es el nombre de una exposición que devuelve a los 300 cuadros que la forman su cometido original, informar, entre otras cosas, de los movimientos sociales. Ahora, se consideran piezas históricas, pero en la época, un lienzo y un pincel retrataban los eventos más impactantes de la sociedad. Hoy no solamente no han perdido su función comunicativa, sino que además estos cuadros pueden ser considerados piezas históricas.
En pleno siglo XXI y ya desde finales del XX recibimos información de las manifestaciones tanto mediante reportajes que se retransmiten en televisión, como por las declaraciones que podemos escuchar en la radio. Sin embargo, a finales del Siglo XIX los reporteros gráficos o cámaras, eran los grandes maestros de la pintura.
El director del Museo del Prado, Miguel Falomir, ha comentado que los cuadros permitirán al espectador "repensar" cómo se ha contado la historia a lo largo de los años a través de la pintura social de artistas como Pablo Picasso, Joaquín Sorolla, Darío de Regoyos o Ramón Casas, entre otros.
Falomir afirmaba que las muestras nos permiten apreciar la "extraordinaria vitalidad y heterogeneidad" que tenía el panorama artístico español al final del siglo XIX y principios del XX. Además, es importante saber que los pintores utilizan un lenguaje naturalista, un estilo que compite con la fotografía pero, por otro lado, se reivindica heredero de la gran tradición española de Velázquez
Javier Barón es el comisario de la exposición y explica que esta selección de 300 obras corresponde con las más representativas del empeño de los artistas en enseñar por primera vez todos los aspectos de la realidad. Además, Barón ha precisado que la pintura social es un género "que no ha sido abordado monográficamente", pese a que el Museo del Prado conserva "una de las mejores pinturas de esta temática".
En 'Artes y transformaciones sociales en España' se ven cuadros que, efectivamente, representan momentos de alteración social y agitación. Sin embargo, Picasso o Sorolla fueron dos artistas que también empuñaron sus pinceles para no dejar olvidados temas como la prostitución, pobreza o educación, en un país con un 71% de analfabetos. También se retrata a los 400.000 españoles que migraron a América en esa época. La pintura también muestran aquellas transformaciones sociales significativas como la incorporación de la mujer a la industria o los avances científicos. Antes o ahora, el objetivo era y es contar lo que sucede.
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