El cine, como la música o la televisión, es ese mundo fascinante e hipnótico al que todo el mundo quiere pertenecer sin saber siquiera los entresijos que esconden, porque los hay, pero poco o nada importa con tal de cumplir un sueño. Poniendo el foco en el considerado séptimo arte, 'Barbie' fue la película más taquillera del 2023 recaudando a nivel mundial más de 1.445.000.000 dólares estadounidenses y seguida por 'Super Mario Bros. La Película' (1.360.000.000) u 'Oppenheimer' (971.000.000). Lo mismo se espera esta primavera del 2024 con 'El especialista', una comedia de acción protagonizada por Ryan Gosling y Emily Blunt, que promete desde que se anunció su rodaje ser uno de los blockbusters del año.
Aprovechando su llegada a las salas de cine, quedé con un profesional del medio que dedica todas sus publicaciones en redes sociales a las tareas que realiza en los distintos rodajes que lleva a cabo por medio mundo. Dani Medina es natural de la isla de Gran Canaria, afincado atemporalmente en Madrid y constantemente con una maleta de cabina en la mano por su profesión: especialista de cine. Ni doble, ni encargado de caballos, ni figurante, ni coordinador de peleas sino especialista, como el último papel que interpreta el que diera vida a Ken.
Quedo con él en mantener una conversación a través de llamada telefónica, ya que se encuentra en Bratislava (Eslovaquia) grabando con J. J. Perry, director de 'Turno de día' y coordinador de las escenas de acción, entre otras muchas cosas, de las distintas películas de 'John Wick'. Transmitiendo la pasión que siente por lo que hace, me cuenta que viene infundada por su padre, que era un amante de las películas de acción y también militar de profesión. Fue viendo una película de Jackie Chan, precisamente la anterior versión de 'El especialista', cuando empezó a sentir la llamada de la industria y fue también cuando les pidió una cámara a sus padres para empezar a grabar sus primeras escenas con los amigos del barrio a la temprana edad de once años: “Quería emular lo que veía en las películas e imitar a los héroes de la televisión”.
Sus padres, sin embargo, querían que cogiese un camino profesional más común, pero finalmente han visto como su hijo se ha hecho un hueco y presumen de ello. Dani, que fantaseaba con parecerse a Jackie Chan y a Doonie Yen (villano en 'John Wick 4'), dos de sus ídolos, considera que “los medios y la suerte le llevaron a donde está” y narra también que fue con la llegada del rodaje de 'Rec 4' a Gran Canaria como le llegó su primera oportunidad. Buscaban a profesionales en una de las ocho islas afortunadas y, como en aquel entonces (hablamos del año 2012) eran pocos los especialistas con los que se contaba en la ciudad, él pudo ver su sueño cumplido de manera remunerada.
A partir de ahí no ha parado de trabajar. Sus escenas pueden disfrutarse en películas y series como 'La monja guerrera', 'Westworld', 'Terminator Dark Fate' o 'El Cid', etc. A pesar de su amplio y exitoso currículo, el canario admite que su carrera explotó en 2017 participando en una película independiente de Nepal. Tanto, que ahora solo se dedica a la industria cinematográfica: “Fue el proyecto que me cambió la mentalidad, pues necesitaba salir de mi zona de confort”. Ya en 2018 vivió un año dorado al pasar el casting de la última película de “Terminator” hasta la fecha, donde estuvo conviviendo con ellos en Budapest y reconoce que gustó mucho al equipo al completo, tanto artístico como técnico.
La mayoría de su filmografía la conforman producciones llevadas a cabo fuera de España, un detalle que me lleva a interesarme por lo bien o mal valorada que pueda estar su profesión en nuestro país: “El problema es que aquí no hay cultura de especialista de cine ni está profesionalizada. En boca de generaciones anteriores, estos dicen que ahora estamos mejor formados. Hay escuelas para ello, pero no es una formación reglada. Al final, funciona igual que la carrera de un actor: uno tiene que buscar la manera de formar parte del sector. Puede hacerse a través de cursos o como hice yo: grabar y montar vídeos y mandárselos a los jefes de los especialistas”.
Reconoce que sus primeros sueldos los gastó en cursos de buceo y diferentes artes marciales, ya que considera que cuanto más formado se esté más fácil es acceder a distintas producciones dentro y fuera de Hollywood. “La del especialista es una carrera contrarreloj en la que uno debe estar actualizándose constantemente y aprendiendo cosas nuevas. De manera autodidacta se puede aprender las nociones básicas de la profesión, pero la formación te permite saber cómo moverse en un set de grabación y hasta cómo comportarse en un rodaje”.
“No cobramos mal, pero si nos comparamos con grandes industrias como las de Alemania, Francia o Inglaterra sí que es verdad que estamos por debajo de ellos. No estamos mal porque ocupamos un cuarto o un quinto puesto y superamos a Europa del Este. El gran problema del especialista de cine en España es que no tenemos un sindicato fuerte porque no existe. Si este existiera, tendríamos un salario fijo para todos, derecho a la sanidad, al paro y a tantas otras cosas. He cobrado el paro por régimen general cuando este debería ser mucha más cantidad”, lamenta. “Por ejemplo, la nocturnidad no se paga en España mientras que en el resto de las regiones sí. Debe tratarse de una gran producción para que esta se pague. Sin embargo, con la existencia de un sindicato podríamos protegernos. Queremos crearlo y estamos en ello”.
Sobre el presente del género de acción más consumido a nivel mundial, Dani Medina reflexiona: “Las películas de superhéroes están en decadencia y ahora se están haciendo más de acción como las de antes. Está claro que disfruto más trabajar en ellas que en grandes producciones como las de Marvel, por ejemplo, que está bien pero no es mi objetivo final”.
Incluso va más allá: “En la industria del cine hay mucho ego y unos tratos nada adecuados. Hay veces que se pierden las formas, aunque también hay rodajes en los que da gusto trabajar. Más allá de las estrellas también hay personas de a pie que sacan el trabajo adelante”. Dice esto en el enésimo ejercicio por poner en valía el sector al que se dedica en general y su labor en particular, que como vemos es la gran desconocida del entretenimiento y la más arriesgada también.
¿Qué hay de las famosas cláusulas de confidencialidad que dejaría en la quiebra a los descerebrados que se atreviesen a compartir algún detalle de los rodajes cerrados a cal y a canto? “No puedo compartir spoilers, fotos o vídeos que no sean oficiales en mis redes sociales ni con mi entorno sobre aquellos proyectos en los que me encuentre trabajando porque si no podrían multarme. Ahora mismo no recuerdo cuál es la cantidad, pero es muy alta y existe el riesgo de veto, también. Te pegan un sustito… Sin embargo, una vez que sale el proyecto puedo compartir absolutamente todo lo que quiera. Todo menos de la etapa de preproducción y producción”.
En la actualidad, Hollywood ha recurrido a las islas Canarias motivada por su entorno paradisiaco para aprovecharlo como escenario de películas de todos los géneros. Tal es el éxito que el archipiélago ha mostrado interés por crear su propia ‘ciudad del cine’ para seguir fomentando esta actividad.
¿Qué opinan los propios profesionales del sector sobre ello? Dani se moja: “Me parece bien, siempre y cuando se priorice a la gente local y convirtamos las islas en una industria y no se dé la opción de ofrecer ‘service de producción’, que es algo totalmente distinto. Si un proyecto internacional quiere grabar en Canarias, debería contratarse un porcentaje alto de autóctonos, que hay mucha gente preparada. Incluso, deberían protegerse mucho más las zonas naturales porque si quieren vivir del cine lo primero que debería hacerse es crear una industria para ello y yo considero que en la actualidad no la hay. Ahora vienen todos ellos a nuestra ciudad, los cuatro o cinco productores potentes de turno se llevan todo el dinero, pero no son responsables con las consecuencias que hay en cuanto a medio ambiente. Todos sabemos que se están construyendo platós, pero principalmente vienen por los exteriores, es lo que van buscando”.
Medina, cuyo máximo objetivo es abrir su propia compañía y diseñar las coreografías de acción para películas españolas y algún día hacer la suya propia, lamenta que la audiencia de su país natal no valore el género de acción ni crea que ese tipo de argumentos pueda ocurrir en ciudades como Madrid o Barcelona, “pero sí que unos alienígenas invadan Washington”. “España tiene muy buenos especialistas de acción, lo que no tiene es buenos inversores para realizar esos grandes proyectos. En nuestro país, el porcentaje de las subvenciones es mínimo y casi todo parte de capital privado. ¿Qué se necesita para hacer acción? Mejores presupuestos y también ideas más atractivas”.
Dani, que ni siquiera se para a pensar en lo peligroso de su labor ni las consecuencias que podrían tener en él un desenlace fatal, “pues eso son cosas del futuro y él se centra en el presente”, promete con seguir regalándonos un sinfín de escenas memorables y quién sabe si tal vez un día acudamos al preestreno de su propio proyecto. Sin duda, ahí estaremos.
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