Los nuevos Javis de la industria musical actual, conocidos como Besmaya (nombre que surgió a raíz de una marcha de chicles de Islandia), acuden a esta entrevista en exclusiva después de haberlo petado en el primero de una decena de conciertos que conformarán la nueva Gira Vibra Mahou. Lo hacen justo después de haber publicado ‘Nuevos lemas’, su primer álbum de estudio compuesto por once canciones que, según sus propias palabras, definen como “conceptual” y con un “pop distendido y divertido” con el que resulta difícil no sentirse reflejado.
A pesar de estar considerados como una de las promesas del panorama, estos dos amigos de la infancia admiten haber tenido un ‘plan b’ antes de dedicarse de lleno a su gran pasión: mientras uno empezó a estudiar y no terminó Ingeniería Informática, el otro decidió abandonar el bufet de abogados para el que trabajaba por ocupar distintos roles en la industria tanto encima como debajo del escenario. El primero ligado al conservatorio y el segundo optando por la formación autodidacta, unos genios que parecen conocer al dedillo cómo funciona el difícil sector para el que trabajan y del que nacen sus composiciones: “Lo más difícil es dejar de trabajar. Tenemos curro constantemente”.
“’Nuevos lemas’ ha sido una apuesta con la que hemos intentado no sonar a otras cosas y definir el momento que vivimos los artistas de nuestra generación: no tenemos barreras de género musical ni complejos”, aseguran. Precisamente sobre esto han querido profundizar y lanzar un mensaje de reivindicación a las discográficas que sí toman decisiones por los artistas, cuya relación con Sony no es tal: “Hay verdaderas atrocidades. Hay ARs que deciden que hay canciones de ciertos artistas que se quedan fuera de los discos sin siquiera haber hecho un tema en su vida, a pesar de llevar cuarenta años en la industria. La voz de la experiencia en lo artístico es muy arriesgada”.
“Muchas veces parece que los artistas tienen grandes pretensiones con su música y nosotros solo queremos llenar salas con nuestro trabajo para que la gente venga a pasárselo bien. No jugamos al juego de los duros”, admiten haciendo alarde esa ausencia de masculinidad frágil que los define. Además, sentencian: “no estaría dispuesto a que me mandasen en cuanto a decisiones artísticas, es algo por lo que no estoy dispuesto a pasar en este trabajo”.
Puedes ver la entrevista a Besmaya al completo dándole al play al vídeo que abre esta noticia