La elección de Carolina Shiino, mujer japonesa de padres ucranianos, como ganadora en la edición de este año de Miss Japón ha generado un debate en las redes sociales sobre la identidad del país por las evidentes raíces occidentales de la joven y por no representarlo de manera "fidedigna". Shiino, una modelo de 26 años, fue coronada Miss Japón el pasado día 22 de enero por un panel de 30 jueces que votaron sobre la "belleza japonesa", teniendo en consideración tres aspectos: interno, físico y de conducta.
El certamen Miss Japan Contest permite participar a toda mujer soltera de entre 17 y 26 años que tenga nacionalidad japonesa. Y, como la vencedora, que llegó al país cuando tan sólo tenía 5 años y, hace tres, obtuvo su pasaporte nipón, cumplía dichos requisitos, fue considerada como una concursante más, con las mismas posibilidades de ganar o perder que el resto de sus once compañeras.
La victoria de Carolina, sin embargo, ha generado un gran debate en las redes sociales del país en torno a la consideración de la identidad y la belleza que se estiman 'genuinamente' japonesas. "¿Qué tiene de japonés Miss Japón?", escribió un usuario en horas recientes, cuando comenzó a extenderse la noticia, mientras que otro señaló junto a una foto de la modelo: "Esta persona no es ni mitad japonesa, sus padres son ucranianos y nació en Ucrania". Al mismo tiempo, ha habido otras voces que han valorado positivamente el hecho que una mujer con orígenes diferentes esté tan integrada en la cultura del país al que se mudó.
Sorprendentemente, no es la primera vez que en la gala de Miss Japón ocurre algo parecido. También se generó un gran revuelo en el año 2015 cuando la elegida como Miss Japón fue Ariana Miyamoto, una candidata que sí era nativa pero cuyo origen mestizo - nación de una madre japonesa y un padre afroamericano - fue considerado "insuficiente" como para ser la representante del país oriental.