Lorena Macías, la creadora de la cuenta de Instagram @hazmeunafotoasí: "Algún día mostraré mi cara"

  • Charlamos con Lorena Macías, la persona que está detrás de la cuenta de Instagram de @hazmeunafotoasí

  • Un perfil que comenzó haciendo memes con las poses y los looks de influencers y que ahora critica su falta de ética

  • También nos explica cómo debería ser un influencer que utilice bien la redes

Una tarde del confinamiento provocado por la COVID 19, de esas que muchas estábamos aburridas como una ostra, a Lorena Macías, la persona que está detrás de la cuenta de Instagram @hazmeunafotoasí, se le ocurrió empezar a hacer memes con las poses y los looks de influencers que le parecían realmente ridículos. 

Para ella, que venía de vivir unos años en Argentina y que estaba muy alejada de este mundo –tanto que conocía a María Pombo y a Dulceida de oídas–, fue sorprendente ver esas posturas y peinados que no eran para nada naturales. Así que, sin más pretensión que la de entretenerse, empezó a titular fotografías con mucha ironía y gracia.

Más de tres años después, la cuenta ha alcanzado casi 300 mil seguidores y es mucho el material que ha subido a su perfil haciendo humor con ellos. Vídeos poco imaginativos, con equivocaciones o en los que cuentan las cosas con pocas ganas llenan su feed. Eso sí, cuando le pedimos que elija un par de publicaciones que más le gustan, no duda en elegir estos dos tipos: “los reels donde a partir de una historia crea otra (como este ejemplo) y los vídeos en los que hace una analogía con películas o series conocidas (como en este otro)”.

Señalando la publicidad encubierta

Lo que en un principio era una cuenta de humor puro, ahora se ha convertido en una que compagina las risas con la crítica. “Una vez que me fui adentrando en el mundo y vi que lo de las poses ridículas era lo de menos, y que hay todo un submundo de publicidad encubierta, gente caradura, falta de ética, etc; me pareció gracioso también denunciar todo eso desde el humor”, explica Lorena Macías a Yasss.

Así, desde hace un tiempo, señala cuando los influencers no tienen puesta la advertencia de anuncio o critica que se muevan solo por dinero. Como demostraron muchas el día del cáncer de mama u otros animando a apostar en partidos de fútbol. “Lo que más me irrita es que los influencers pidan que se los tome en serio y luego sean los primeros en no tomarse en serio su trabajo”. Y añade: “Es una mezcla de gente joven e inconsciente con mucha prisa por hacer dinero rápido y unas instituciones que no están sabiendo legislar adaptándose a los nuevos medios. Se aprovechan de ese vacío legal e Instagram se convierte en todovalelandia”.

Esta mezcla es la que le ha llevado a crear el influ-realismo mágico. Un término y pódcast que explica así: “Es una referencia al Realismo Mágico (movimiento pictórico y literario que se caracteriza por mostrar lo irreal, lo extraño u onírico como algo cotidiano y común) porque lo que vemos en Instagram, aunque se nos intente vender como común, roza lo mágico en muchos casos”.

¿Existe entonces el influencer con ética?

Si uno hace un poco de scroll por su cuenta, rápidamente verá que una gran cantidad de influencers no utilizan las redes bien. Por ello, ella prefiere no dar ejemplos de buenas praxis. “Además de que tampoco considero que yo sea nadie para hacerlo, cuando lo he dado, ese influencer ha terminado cagándola a los dos días. Así que ya no me caso con nadie”, ríe.

¿Y cómo debería ser entonces? “Un influencer ético sería aquel que no haga publicidad encubierta, que no revenda los productos que le regalan, que no se suba al carro de abanderar causas solo por moda o por pasta, cualquiera que veamos que se trabaja su contenido, que se toma en serio la publicidad (desde hacerla honesta y creativa a no promocionar productos de la competencia a las 24hs) etc.”

Lo que sí que tiene claro es que no quiere mostrar su cara. Algo que hace porque prefiere no ser famosa y porque es consciente de que la gente no le sigue porque le interese su vida, sino porque le divierte cómo cuenta la vida de los demás. “Tampoco me preocupa que un día se filtre una foto mía o quizá yo decida publicar un vídeo con mi cara. Pero por mucho que pase eso, el contenido de la cuenta va a seguir siendo exactamente el mismo”, finaliza.