De la fama, a trabajar de portero y entrar en depresión: la última entrevista del fallecido Francesc Picas

En 1975, con la muerte de Francisco Franco y el final de la dictadura, comenzó en España un movimiento social y artístico que respondió a la necesidad de liberación de un pueblo, hasta el momento, reprimido. Esta explosión de libertad dio lugar a la creación de estrambóticos y extravagantes grupos culturales que provocaron la catarsis generalizada y que fueron un puente de plata hacia una sociedad más alegre, más abierta, comprensiva y empática.

Uno de esos grupos se creó a finales de los años '80, como resultado de una España democrática en la que cuatro hombres con trajes metálicos de hombreras, sombras de ojos y abanicos de colores fueron acogidos sin ningún tipo de prejuicio. Locomía causó sensación entre una ciudadanía que estaba deseando bailar, cantar y celebrar su nueva trayectoria y, quizá, ese contexto fue el empujón que catapultó a la fama al grupo electropop que ya nadie olvida.

Ahora, el mundo entero llora la muerte de uno de sus integrantes, Francesc Picas, que ha fallecido a los 53 años de edad y en un "buen momento" de su vida. Su familia ha dado la noticia a través de un comunicado en el que anunciaban que "la luz de Francesc se había apagado", sin que hayan trascendido todavía las causas de su "dolorosa pérdida". Lo que se sabe es que, 30 años después del éxito internacional de Locomía, el artista había retomado su carrera musical con un proyecto que le tenía "muy ilusionado".

No podía creer que hubiera pasado de los escenarios de América a trabajar en una potería

Así lo dijo en su última y extensa entrevista en la televisión, en este caso, de Argentina. El compositor viajó hasta el país latinoamericano para presentar In Time, su nuevo pack de conciertos en los que había vuelto a contactar con su vena artística. Tal y como explicaba en esta intervención, "la sombra de la fama de Locomía" no le había permitido, hasta ahora, triunfar en solitario. Por eso, durante muchos años, su vida personal y laboral se alejó de la música.

Lo que muy pocos saben es que, una vez que se disolvió el grupo, Francesc tuvo que luchar mucho por salvar su economía. El dinero "se había acabado" y él decidió "estudiar la carrera de psicología", que pagó "trabajando de noche como portero en una residencia de personas mayores". Esto le permitía trabajar y estudiar al mismo tiempo, sin poder evitar el sentimiento de "fracaso" que le generó cambiar los escenarios de América por una portería.

La situación le llevó a una "inevitable depresión", que supo superar gracias a sus estudios como psicólogo. De hecho, Francesc ejerció como profesional en la misma residencia donde había trabajado como guardián de portería. Su afán de superación y la recuperación de su carrera artística son un ejemplo de resiliencia que permanecerá en la memoria de sus fans, a los que sólo les quedará el consuelo del próximo estreno de la película de la banda.