El mundo de la cultura continúa conmocionado por la muerte de María Jiménez. Si apenas dos días conocíamos el fallecimiento de María Teresa Campos, hoy los mensajes de despedida y recuerdo se multiplican también hacia la artista sevillana, nacida en ese barrio de Triana por el que hoy su féretro será paseado por expreso deseo antes de la celebración del funeral y su traslado al cementerio de San Fernando.
"Con profunda tristeza y dolor en nuestros corazones, despedimos a María Jiménez, mujer amada y respetada por su compromiso inquebrantable con su familia, amigos y admiradores. Un espíritu indomable, una personalidad arrolladora, una mujer fuerte y valiente que luchó contra todas las adversidades más allá de lo imaginable", expresaba su propio hijo, informando de la triste noticia que ayer emocionó a todos sus seguidores.
Con casi 50 años de carrera dedicada al espectáculo, conquistando los corazones de muchos, como su propio hijo, Alejandro Jiménez, expresa, vivió y sufrió “muchísimo”, “a tope”.
Porque así era, para todos los que la recuerdan, María Jiménez: “un volcán”, una mujer “fuerte, libre y valiente”, “arrolladora”, que desde muy pronto alzó la voz sin miedo a nada ni nadie, siendo una de las primeras famosas que denunció públicamente su experiencia como víctima de la violencia machista y el maltrato, reivindicando los derechos de las mujeres.
Abriendo camino, su ‘se acabó’ perdurará siempre, y hoy es un símbolo de lucha que queda como imborrable legado.
“Ha vivido y sufrido muchísimo, a tope, y ha llegado al nirvana de su profesión. Eso es lo más bonito", expresaba ayer su hijo, en un noble gesto ante todos los medios congregados junto a la capilla ardiente instalada en el Ayuntamiento de Sevilla.
Con entereza, orgulloso de su madre, a los periodistas les contestaba cómo querrían que sus admiradores afrontasen su pérdida: “Que brinden por ella y escuchen su música”, manifestaba, señalando que así es cómo van a entender su obra.
Según él mismo explicaba, su madre “no se ha enterado” de su muerte. Tampoco él, señalaba, detallando que los últimos días los pasó rodeada de su familia, y que durante las vacaciones pudo disfrutar “feliz, con sus nietos, como ella quería”.
"Vino a Sevilla, estuvo de broma ayer --en alusión al miércoles 6 de septiembre-- con su hermana con la que se iba a hacer un TAC y directamente no se ha enterado de nada. Ni ella, ni yo ni nadie. Ha sido de sorpresa", expresaba.
Su última foto en redes sociales era un vivo reflejo de esa alegría con la que encaraba la vida: “Restaurante La Fontanilla. ¡Siempre buenísimo! Gracias y hasta la próxima, ¡qué gamones a la plancha más ricos, por Dios!”, escribía, rodeada de sus familiares.