María Teresa Campos, fallecida este martes en Madrid a los 82 años tras sufrir una insuficiencia respiratoria aguda. Cosas del destino lo hace el mismo día que su madre, hace 17 años. nació en Tetuán, pero era de Málaga, la llevaba en su alma, era parte de su esencia con la Semana Santa en el centro de sus desvelos. En su balcón. Esa era la ciudad en la que se sentía en casa y los malagueños la consideraban una igual, una de las suyas. También allí le rinden homenaje y será allí, además, donde descansarán sus restos y donde tendrá una calle en su memoria.
No en vano, cuando cumplió un año su familia se instaló en Málaga, ciudad donde creció y dio sus primeros pasos profesionales en la radio, hasta que en 1980 se instaló en Madrid. María Teresa nunca ocultó su amor hacia la tierra que la vio crecer. Fue nombrada hija adoptiva de Málaga. Paseando por las calles de Málaga todo es hoy un recuerdo sincero y afectuoso, un cariño desbordado y una pena en el adiós a la reina de la televisión que hizo de la ciudad bandera, como su amigo Antonio Banderas.
Dicen que a un malagueño se le conoce bien el Lunes Santo y para María Teresa la Semana Santa malagueña siempre ha sido cita obligatoria. Junto al balanceo del cautivo, acompañándolo. No faltó siempre que su estado de salud se lo permitió. Disfrutó también sus ferias, bailando con grandes amigas.
El Ayuntamiento de Málaga dedicará un espacio de la ciudad a María Teresa Campos, fallecida este martes en Madrid a los 82 años tras sufrir una insuficiencia respiratoria aguda.