El Ayuntamiento de Palma ha iniciado este martes una investigación para aclarar el misterioso caso de una escultura del artista mexicano José Dávila que es patrimonio municipal y está valorada en 120.000 euros, que ha aparecido abandonada en un solar de Calvià, un municipio vecino.
Esta escultura en hierro forjado con el nombre de "Primitive irruption" fue donada al patrimonio municipal el pasado abril por la galería privada Kewening y en principio fue instalada en uno de los paseos de la turística Playa de Palma.
José Dávila tiene obra expuesta, entre otros, en el Museo Solomon Guggenheim (Nueva York); Centro Pompidou (París); Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid); y el Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, (Viena).
Al enterarse de la aparición de la escultura echada sobre el suelo y rodeada de rastrojos, el Ayuntamiento de Palma ha calificado el hecho de lamentable y reconocido que se da a la ciudad una imagen "nefasta"
También el ayuntamiento de la capital balear ha anunciado que emprenderá acciones legales contra la empresa adjudicataria del contrato de traslado y almacenamiento de la escultura si se demuestra que efectuó esta labor con mala praxis y sin cumplir con su obligación de proteger y preservar la integridad de la obra.
El teniente de alcalde de Cultura, Javier Bonet, ha explicado que ha dado instrucciones para aclarar las razones por las que la escultura ha aparecido en un solar del municipio colindante de Calvià, y no en el taller de la empresa contratada, situado en uno de los polígonos industriales de Palma.
Fue el anterior equipo de gobierno municipal el que decidió ubicar la obra en la Playa de Palma, pero mediante una reclamación Demarcación de Costas solicitó su traslado inmediato dado que el punto escogido correspondía a un área perteneciente al ámbito territorial de este organismo.
Al mismo tiempo, la ubicación de la estatua dio lugar a la elaboración de distintos atestados de la Policía Local debido al riesgo que implicaba para la integridad física de los peatones de la zona.
Ya en la actual legislatura, el departamento de Cultura, por medio de la dirección general de Patrimonio e Interpretación de Palma, acordó la retirada de la pieza con la intención de efectuar su traslado a una nueva ubicación.
Para ello, el Ayuntamiento firmó un contrato con la empresa especializada Pradas-Art S.L, por importe de unos 5.556,89 euros, contabilizando el IVA, en el que se estableció la obligación del adjudicatario de llevar a cabo el desmontaje de la escultura, el traslado al taller, donde el concesionario del servicio asumía las labores de guardia y custodia de la obra, y la futura instalación en un nuevo emplazamiento.
La elección de esta empresa para realizar las tareas asignadas en el contrato partió de la recomendación efectuada directamente al Ayuntamiento por parte de la galería Kewenig. De hecho, fue esta misma empresa la que, por indicación del gobierno municipal de la anterior legislatura, se encargó, siguiendo la petición de la galería, de la colocación de la pieza en su ubicación inicial en Playa de Palma.
La retirada de la escultura desde este punto tuvo lugar el pasado 24 de julio, con la supervisión de técnicos municipales expertos en patrimonio.
“La principal preocupación del equipo de gobierno es saber por qué la escultura ha aparecido en unos terrenos de Calvià en vez de haber sido trasladada y custodiada en el taller de la empresa que había asumido ese servicio”, ha destacado Bonet.