Harry Styles, el ídolo perfecto, ha revolucionado una vez más Madrid con su fiesta de color, carisma infinito y éxitos pegadizos, todo ello impulsado por un público que desborda devoción por el que es una de las grandes estrellas del pop actual.
Así lo han subrayado las 65.000 personas, según la organización, que han permitido al Iberdrola Music colgar este viernes, 14 de julio, su primer cartel de 'sold out' con un único concierto. La cita con el exmiembro de One Direction ha sido, además, el segundo evento que se ha celebrado en el nuevo recinto ubicado en el distrito de Villaverde después de acoger el segundo fin de semana de este mes el festival Mad Cool.
Ya cuando Red Hot Chilli Peppers ofrecía su concierto el sábado 10 de julio, en el último día de este festival, las fanáticas de Styles hacían cola para conseguir los mejores sitios en la fiesta de su artista favorito. Daba igual la ola de calor que se avecinaba entonces y que durante la semana ha puesto la capital en alerta roja por altas temperaturas.
El calor y la fatiga de días u horas de espera se olvida cuando la estrella del pop, su banda y coristas toman el escenario sobre las 22.10 horas -- 25 minutos de retraso-- con el electropop 'Daydreaming', un buen inicio de fiesta que desata la euforia entre los asistentes, quienes envueltos en boas de plumas y sombreros cowboy coloridos se sumergen en un griterío indescriptible.
El británico sonríe y se mueve sensual, divertido y magnético, tónica que mantiene en una noche en la que su 'setlist' no se diferencia demasiado del de su último concierto en Madrid, también enmarcado en el 'Love on tour', pues el espectáculo se teje sobre su alabado álbum 'Harry's house', como ya hizo hace un año en el WiZink Center ante más de 15.000 personas.
El artista ofrece este espectáculo vestido con un conjunto de chaleco y pantalón de efecto metalizado y rayas de color rosa y verde, que deja ver sus tatuajes. Lo hace con más premios, Grammys incluidos, y aún más soltura y seguridad que en su anterior cita en la capital. Y esta vez se muestra también con más conocimiento de Madrid al saludar al público con un "buenas noches, chulapes" que sorprende al respetable.
Cada palabra que el artista pronuncia en español calienta el ambiente, que tras un inicio festivo en el que también suenan 'Golden', 'Adore you' o 'Daylight', con el protagonista recorriendo el enorme escenario y la pasarela lanzando besos y recibiendo regalos, tiene que dar paso a las baladas.
'She' y 'Matilda', para la que las fans sacan a relucir distintos tipos de flores, protagonizan el momento más emotivo, junto a 'Fine line', que el británico interpreta ya hacia el final con guitarra en mano y tras interrumpir el inicio dos veces al preocuparse por seguidoras de las primeras filas que al parecer no se encontraban bien.
Precisamente, Harry Styles no para de preguntar a su público si se encuentran bien, de animar a disfrutar libremente y de agradecer el apoyo. Como regalo, y para los más fanáticos no hay uno mejor, interactúa con ellos en numerosas ocasiones. Por ejemplo, desvela en directo el sexo del futuro bebé de una mujer del público que puede considerarse la afortunada de la noche porque su cartel es elegido entre cientos para protagonizar un momento ya habitual de los conciertos del cantante. Lucy tendrá una niña para felicidad de los miles de presentes.
Si bien el exmiembro de One Direction es el absoluto protagonista, sus acompañantes son igual de bien recibidos por el público, que canta el cumpleaños feliz al guitarrista Mitch Rowland a petición de Styles. Él dicta, la masa obedece entusiasta.
Entretanto, la fiesta de color en la que esta noche es la casa de Harry Styles continúa con éxitos animados como 'Cinema', 'Music for a sushi restaurant' o 'Treat people with kindness', cantadas con el artista sujetando banderas de España o del movimiento LGTBI.
Entre los momentos más potentes, antes de la traca final, llegan 'Watermelon sugar' o 'What makes you beautiful', hit de la boy band de la que formó parte, tras la que, emocionado, explica a sus seguidores que los dos últimos años han sido "maravillosos" gracias a la gira.
Ya en el tramo final, entre lágrimas y éxtasis en la multitud y después de la impecable interpretación de la balada pop 'Sign of the times' y el que para los fans es el himno bisexual del protagonista, 'Medicine', el joven de 29 años agradece al público por haber cambiado su vida.
"Voy a recordar este tour el resto de mi vida, ha sido muy especial para mí y vosotros también. Habéis cambiado mi vida. Algún día encontraré la forma de daros las gracias", dice en inglés poco después de dedicar un "os amo con todo mi corazón" en español.
Con el imbatible éxito synth pop 'As it was' y la rockera 'Kiwi', un Harry Styles de constante presencia cautivadora concluye su apoteósica fiesta en el Iberdrola Music tras dos horas arropado por un público intergeneracional entregado que ha coreado cada una de las canciones
Tras su triunfo en España ante 65.000 personas en Madrid y ante 56.000 en Barcelona, el artista recalará en Lisboa (Portugal) el próximo 18 de julio y, posteriormente, clausurará su gira el día 22 en Reggio Emilia (Italia).