El Tour europeo del británico Harry Styles aterriza mañana en Barcelona aunque algunas fans nos hagan creer lo contrario. Algunas llevan más de un mes apostadas con la intención de coger el mejor sitio cerca del escenario y de su ídolo. Precisamente en el último de sus conciertos, en Viena, el cantante recibió el impacto de un objeto. Una práctica que empieza a ser preocupante. Adele ha dado un paso más y en uno de sus últimos conciertos retó a su público a atreverse con ella. Si lo hacéis os mato. La pistola que llevaba entre las manos era de juguete, pero el miedo de los artistas a esta agresiones sí que va en serio.
A Pink le lanzaron las cenizas de un familiar y logró seguir cantando en el escenario como si nada. Puede ser lo más surrealista que han lanzado, pero no lo más doloroso. A Bebe Rexha el teléfono de un espectador le llevo al hospital con el ojo completamente morado. A la cantante country Kelsea Bellerini le lanzaron una pulsera. Asustada, abandonó el escenario. Drake parece estar en la habitación de un adolescente de tanta ropa que le tiran.
Rauw Alejandro, que ha cantado ahora con Miguel Bosé, también lo ha denunciado aunque las cosas que reciban en el escenario sean como en el caso de Rosalía ramos de flores.