No es raro ver operaciones estéticas en famosos donde quedan casi irreconocibles, como el caso de Kim Basinger, lo cuál puede resultar muchas veces impactante. Pero cuando alguien pierde una gran cantidad de peso, la impresión es aún mayor, ya que el cambio se da en todo el cuerpo de la persona. Famosos como Rebel Wilson, han decidido cambiar su físico drásticamente, pero sin duda, el cambio más impactante del momento es el del actor John Goodman, que ha reaparecido en la alfombra roja con 90 kilos menos de los 180 que pesaba.
En ocasiones el deseo por una pérdida de peso drástica puede llevar a un sobreesfuerzo que el cuerpo no puede aguantar, como el caso de la joven china que perdió la vida en un campamento para adelgazar.
Hollywood siempre ha hablado del peso del actor John Goodman, quien alcanzó a pesar 180 kilos y fue víctima de numerosas críticas y comentarios en tono de burla de manera constante. En 2007, el actor decidió cambiar sus hábitos y comenzar un proceso de pérdida de peso intenso.
Lo primero que hizo el actor fue dejar de beber, y después, con ayuda de su entrenador Mackie Shilstone, comenzó una dieta con la que, para 2018, Goodman ya había perdido 50 kilos. Al actor no le pareció suficiente y quiso seguir con su drástico cambio, cuyos resultados se vieron reflejados en la alfombra roja de la 62ª edición del Festival de Televisión de Montecarlo. Vistiendo una americana azul marino entallada y un pantalón de color claro, Goodman lució su pérdida de 90 kilos dejando a todos los presentes con la boca abierta.
Lo cierto, es que detrás de esa nueva apariencia física, hay una disciplina y esfuerzo inmensos que el actor ha tenido que sobreponer a todo lo demás para lograr sus objetivos. Tras dejar el alcohol, John Goodman comenzó una estricta dieta mediterránea que constaba, principalmente de, alimentos integrales y cereales ricos en nutrientes.
Otro factor imprescindible para su cambio ha sido el ejercicio, pues el actor de 70 años ha asegurado que, a día de hoy, entrena seis días a la semana.
Lo que no fue fácil para el actor, fue alcanzar el grado de constancia del que puede presumir ahora. En un principio, el actor se "recompensaba" cada vez que perdía varios kilos, con grandes cantidades de cerveza o con comida basura. “En los viejos tiempos, me tomaba tres meses de descanso, perdía 15 o 18 kilos y luego me recompensaba con un paquete de cervezas o lo que fuera y volvía a mis viejos hábitos”, reveló el actor al ABC.
“Esta vez quería hacerlo despacio, moverme, hacer ejercicio. Estoy llegando a una edad en la que ya no puedo permitirme quedarme sentado. Y me da energía para trabajar, porque el trabajo es muy agotador. Me cansé, me harté de mirarme. Te estás afeitando en el espejo y no quieres mirarte. Se vuelve peligroso”, concluía.
John Goodman reconoce como motivo por el que comía y bebía sin parar, el querer llenar un vacío que ahora llena con espiritualidad: “Creo que intentas llenar un agujero que no se puede llenar a menos que se llene con bondad, algún tipo de espiritualidad, no digo religión. Pero simplemente una creencia en algo superior a uno mismo, un propósito. Pero en lugar de llenarlo con alcohol, cocaína o comida, simplemente reconoces que está ahí. No puedes llenarlo. Y sigues adelante y vives con ello”, confirma Infobae.