Tallulah, hija de Bruce Willis, habla sobre sus problemas mentales y el reto de afrontar la enfermedad de su padre

Las nuevas declaraciones de Tallulah Willis, hija pequeña de Bruce Willis y Demi Moore, no dejan indiferente a nadie. El retrato que hace de su vida en un artículo publicado en Vogue muestra las dificultades a las que se ha tenido que enfrentar. Porque tener como padres a dos de las superestrellas del Hollywood moderno no es nada fácil.

Su situación empeoró cuando a Bruce Willis, protagonista de La jungla de cristal, se le descubrió que tenía afasia y luego le dieron un diagnóstico más específico, la demencia frontotemporal. Una enfermedad que sus familiares afrontaban a través de mensajes emotivos como el que compartió la actriz Moore. Pero esto no es a lo único que tuvo que enfrentarse, ya que sufría problemas mentales desde los 20 años, cuando inició su tratamiento psicológico. “Parece deforme”, “mira su mandíbula de hombre, parece una versión fea de su padre”, “su madre debe estar muy decepcionada” son algunos de los comentarios de los medios de comunicación que le llevó a desarrollar dos trastornos.

Anorexia nerviosa y trastorno de la personalidad

Gestionar esta parte negativa de la fama no le fue muy bien. Su exceso de peso fue objeto de tantas burlas que acabó desarrollando un trastorno dismórfico corporal, una anorexia nerviosa (durante los últimos cuatro años) y un nuevo diagnóstico fruto de los altibajos que ha ido sufriendo: un trastorno límite de la personalidad.

Y aunque ella notase que “algo iba mal desde hace mucho tiempo” con su padre, no fue capaz de asimilar su grave enfermedad. Los síntomas que experimentaba Bruce los atribuía al cansancio de los rodajes: "Comenzó con una especie de respuestas vagas que la familia atribuyó a la pérdida auditiva. Decíamos: '¡Habla!' La jungla de cristal arruinó los oídos de papá".

Su padre había perdido interés en ella

"Mi cerebro adolescente se torturaba con algunas matemáticas defectuosas: como no soy lo suficientemente hermosa para mi madre y no soy lo suficientemente interesante para mi padre", comentaba. Confesó que a raíz del nacimiento de sus dos hermanastras (Mabel Ray de 11 años y Evelyn Penn de 9, fruto del matrimonio con Emma Heming, su padre había perdido interés en ella y que por esa razón se alejó de él.

Ahora entiende que su reacción fue injusta y que tan solo se trataba del inicio de una enfermedad que le estaba provocando la no reacción a ciertos estímulos. "Mientras estaba envuelta en mi dismorfia corporal, alardeando en Instagram, mi padre estaba luchando en silencio, se estaba realizando todo tipo de pruebas cognitivas", añadió.

Ahora graba mensajes de voz en un disco duro

Sus padres siempre la protegieron de los paparazzis y la educaron para ser lo más normal posible, pero nunca aprendió a verbalizar sus problemas y el dolor. Ella sentía que iba a parecer una insensible o una malcriada. Ahora intenta aprender a gestionar sus emociones para poder serle de ayuda a su padre. Tallulah reconoce que su enfermedad implica un largo proceso, que puede no tener fin, y que se encuentra en el inicio de un duelo por la demencia del actor. "Sigo alternando entre el presente y el pasado cuando hablo de Bruce: 'Él es, él era, él es, él era'. Eso es porque tengo esperanzas en mi padre que me resisto a dejar ir", declara.

De momento, confiesa que ha grabado mensajes de voz en un disco duro para recordar los momentos que pasa junto a su padre para el futuro. "Me doy cuenta de que estoy intentando documentar y de crear un registro para el día en que ya no esté aquí, para acordarme de él y de nosotros".