Es el año Picasso, el del 50 aniversario de su fallecimiento y la ocasión sirve para ver si al genio malagueño se le está sometiendo a una revisión en negativo.
Acusado de maltratador con algunas de sus mujeres y musas. Muchos de los coleccionistas podrían estar echándose atrás a la hora de comprar sus obras por esta faceta privada, un castigo a su arte que levanta controversia.
Talentoso, innovador, atrevido, ingenioso, así le habrían descrito en el siglo XX. Pero cuando el genio se alejaba del pincel, su imagen se enturbia. “Como persona siempre ha sido una figura muy conflictiva”. “tendríamos que desligar al artista de la persona”.
Para muchos, tras la mirada del artista se esconde un alma oscura, sádica, misógina, cruel y despiadada, y medio siglo después de su muerte son sus obras las que pagan las consecuencias.
Cuando se debería de estar hablando de su talento, la imagen de Picasso, por primera vez en la historia del malagueño, atraviesa una mala racha.
No es de extrañar que los coleccionistas ahora no quieran poner las obras en venta “es prudente que no saquen las obras”. Pero como toda persona, Picasso tenía blancos y negros.