El periodista Diego Losada, conocido por ser el presentador del programa ‘En boca de todos’, nunca ha escondido su faceta musical, si bien ahora ha llegado el momento de tomarse muy en serio a Durden, la banda de rock que lidera y de la que hemos ido conociendo nuevas canciones en los últimos meses. Muchos ya conocen al periodista que se encuentra delante de las cámaras a diario en Cuatro, pero poco a poco van descubriendo su otra cara, la del músico sobre un escenario dispuesto a mostrar, como él mismo dice, “música de verdad”, creada desde el sentimiento del que vive una doble vida,
La seriedad que impone muchas veces la actualidad contrasta con la actitud desenfadada del periodista y músico que canta, toca la guitarra y suda en la oscuridad bajo los gritos del público. Llevando ya un año en Mediaset, convertido también en uno de los rostros más reconocidos de la pequeña pantalla, Diego saca a relucir su lado más rockero, mostrando ese ‘huracán’ musical llamado Durden. Hablamos con él de música y televisión de forma contextualizada.
¿En qué momento se encuentra Durden?
Estamos metidos de lleno en la etapa profesional, con muchas ganas de encontrarnos con el público y recibir el feedback en directo de los temas que hemos publicado estos meses. Lo vamos haciendo poquito a poco, para ir construyendo el disco a fuego lento, que esperamos presentar a finales de año, pero viendo ya la respuesta de forma individual con cada una de las canciones donde estamos disfrutando mucho del camino.
Tu vida ha cambiado laboralmente, ¿en qué lo ha hecho la banda?
La vida de la banda cambia al mismo tiempo que lo hace mi vida, porque el entorno en el que me muevo profesionalmente es distinto, y yo entiendo que en esta nueva etapa en Mediaset se dan las circunstancias y se alinean mejor los planetas para desarrollar el proyecto musical a la par. El grupo por tanto ha cambiado, porque la apuesta, la motivación y las posibilidades reales de éxito se ven más cercanas. Estamos decididos porque es el aquí y ahora, hay que hacerlo ya y es el momento adecuado donde todo encaja, la gente está respondiendo bien y nosotros estamos disfrutando, así que esto no ha hecho más que empezar.
Pasas de la corbata a un estilo más informal, ¿sigue habiendo un espacio entre la faceta periodista y músico?
Sí, ambas facetas van a estar separadas siempre, lo importante es que cuando esté sobre un escenario sea desmelenado y maravilloso, y cuando esté en un plató de televisión y tenga que hablar de noticias serias estemos en ese papel. Eso tiene que estar claro desde el principio, pero no es incompatible con que, en cada uno de los dos escenarios que son bien distintos, uno pueda demostrar facetas diferentes. Forma parte de mí tanto el rockero que llevo dentro y que me encanta explotar en directo, como el Diego Losada presentador de un programa de actualidad o moderador más coloquial en plató. Todos esos elementos son compatibles, lo que pasa es que ahora siento más seguridad para mostrar todas esas facetas sin ningún tipo de complejo y esa es la clave del momento actual de Durden, que estamos decididos a mostrar nuestra música sin trabas ni complejos.
Desde que entraste en Mediaset, has mostrado más la faceta artística
Digamos que en el momento actual todo es más fácil para desarrollar una carrera musical en paralelo que en otros trabajos en los que he estado. Cuando digo que se alinean los planetas quiero decir que el ánimo, la emoción, la motivación y la aceptación social son distintos, y ahora es mejor que en el pasado.
‘En boca de todos’ lleva ya un año, un proyecto con el que saliste de la zona de confort
Esa es la punta de lanza que mucha gente no entendió, el cómo dejaba un informativo que era líder y bien aceptado, para cambiar por un proyecto que partía de cero en Cuatro, saltando por tanto a algo medio desconocido con un equipo que tampoco conoces y donde te encuentras todo nuevo. Cuando se crea un proyecto así casi de la nada, en una franja de horario maldita que no está acostumbrada tanto a este tipo de informaciones o formatos y cuando ves que otros programas fracasan, pues todo asusta, pero yo lo vi muy atractivo porque soy una persona muy curiosa, y desde mi zona de confort que comentas entendía que quería saber de la otra tele de la que me hablaban, pero de la que no conocía.
Ahora, después de ese año, siento que ha sido un aprendizaje brutal, porque ‘En boca de todos’ es también un programa contenedor, un magazine que ha vivido varias fases, hemos hecho muchos programas distintos, tratando de adaptarnos en los temas, en la forma de contar las cosas… ahora realizamos una información de política pero también un bloque importante de sucesos con exclusivas potentes, en las que puedo decir que somos referencia para muchos medios gracias al equipo, a los colaboradores como Nacho Abad, también hemos incorporando crónica social, con temas como el de Ana Obregón, porque tiene muchas aristas.
Al final, ‘En boca de todos’ no sólo vive de la política y es verdad que, aunque nació como análisis de los temas sociales, se ha ido abriendo y yo me siento cómodo con eso, reivindico mi papel de presentador y periodista desde un ámbito polivalente, que pueda defender todos los temas que se presenten porque antes me los estudio a conciencia, los incorporo y trato de que se cuenten de la mejor manera posible al espectador.
¿Y en cuanto al equipo?
Pues maravilloso, una gran experiencia que me llevo de siempre. Empezar un equipo de cero conlleva muchas veces sangre, sudor y lágrimas, pero es muy grato haber sido tan bien recibido en este primer año en Mediaset por todos los compañeros, tratando de empaparme de esas formas de hacer televisión que no conocía, creo también que es muy enriquecedor como profesional poder aprenderlas y, por supuesto, ponerlas en práctica.
El presentador, ¿es presa de las audiencias como puede serlo el músico del streaming?
Es una buena pregunta. Creo que en un medio privado como en el que estamos las audiencias son importantes, los anunciantes también, hay que tenerlo todo en cuenta, pero al final los datos de audiencia no dejan de ser intermediarios de algo que sí considero muy importante, que es el gusto y la atención de este. Yo no frivolizaría al hablar de la dictadura de las audiencias como si fuese un número deshumanizado, detrás de ese número hay personas, edades, franjas, géneros y targets comerciales. Entiendo que son importantes, y mirar al día siguiente el share que hiciste, pero también lo que interesó más al público de lo que dijiste, sacar un análisis para ofrecer el mejor producto, cómo contar la próxima vez un tema en concreto, aunque también dependes de otros factores externos, pero en ese sentido entiendo de la dependencia de la audiencia porque no es únicamente un número, también de la atención del público que te ve.
Con todo esto sí que lo distingo del mundo de la música, donde ha cambiado todo incluso a la hora de componer, cómo te aconsejan los propios productores que vayas muy al grano, las canciones ya no tienen grandes introducciones y esa sensación de que el clic cuenta si la persona está escuchando el tema más de veinte o treinta segundos, cambiando también la forma de hacer una narrativa diferente con respecto a temas con un clímax como era “Kashmir” de Led Zeppelin, lo que ahora sería poco entendible. Con la música trato de ser a su vez lo más libre e independiente posible, no hago canciones para que me escuchen en streaming, hago lo que yo quiero escuchar y lo que escucharía entendiendo y esperando que hay un público ahí fuera que también valora esa calidad.
El rock, tan cercano al formato disco, ¿se ha sabido adaptar a los tiempos en un consumo de single?
Pues es algo que también estoy aprendiendo casi con el ensayo-error desde la experiencia de los seis temas publicados. Es un debate interesante el que planteas sobre la costumbre del público a la hora de escuchar música, un cambio que venimos viendo hace unos años. El otro día hablaba con un reputado productor y empresario discográfico que recordaba cómo vendían CDs en Alcampo con camiones llenos que iban reponiendo.
Todo eso ha cambiado, creo que ahora se escucha muchísima música, pero es cierto que la lógica de abaratamiento de costes también ha cambiado los sonidos, la forma de producir y la manera de consumir música. El rock bien hecho y grabado es caro de producir, porque precisa horas y material, yo prefiero grabar con un Fender de válvulas de los años ochenta restaurado en el estudio de mi amigo, Gorka Menchaca, y pasar toda una tarde grabando una guitarra para que eso quede bien y sea fiel al respeto que se debe tener a la música grabada, que suene orgánico y tocado.
Seguramente, alguien en la habitación de su casa con un sintetizador pueda hacerlo, pero para mí no es igual, el reto que tenemos es que el público entienda que un producto y otro no son lo mismo, y que hay una calidad, un mimo, tiempo y un trabajo auténtico en esa música grabada de forma artesanal, que es más cara de producir pero que tiene más calidad cultural.
El pasar a realizar un programa diario, ¿te deja tiempo para la banda?
Hay que saber organizarse. Lo repito muchas veces, esto es como otro trabajo, la banda necesita de dedicación y tiempo, y a la hora de componer no lo considero así porque me sale de forma natural y es casi una necesidad, pero luego hay una parte más logística de quedar con el grupo, organizar conciertos, mimar a la gente de cara a los directos, organizar una producción como en Madrid y todo eso necesita sus tiempos. Para que sepas, por la mañana estoy dedicado al completo a ‘En boca de todos’ y por la tarde, que salgo destrozado y agotado, me pongo con la banda.
Y en lo personal, viéndolo ahora en perspectiva, ¿tener los fines de semana libres te gusta?
He estado en tantos horarios que al final asumes que en esta profesión es lo que te toca, esto es como un médico o un enfermero, cuando lo eres tienes que asumir que tienes guardias u otras cosas. Pero ya que me preguntas, hay muchos factores, porque es verdad que vivía cómodo en informativos de fin de semana con cuatro días libres, aunque estés pendiente de la actualidad, pero luego es cierto que trabajar en finde te hacer perder tiempo de calidad de amigos y familia porque, aunque después tengas cuatro días libres, igual no puedes encajar con nadie. Yo ahora aprovecho todo el tiempo posible del fin de semana, pero desde que empezó el programa no he parado ningún día, incluido el verano. Al final es adaptarse a los cambios que implica la profesión, la cadena está confiando en uno y yo estoy contento en ese sentido.
¿Crees que todavía puede haber gente que no se tome tan en serio un presentador que tenga una banda de rock?
No entendería la razón de hacerlo, es más, creo que lo toman en serio y lo valoran mucho. Yo no estoy inventando nada, ni soy el primero ni seré el último, puedes ver muchos periodistas que escriben novelas o ensayos, ¿por qué no canciones? Ahí se ve también el prejuicio, y yo añadiría, más que el prejuicio la falta de cultura de algunos, el poder identificar que el rock independiente que hacemos sea algo menor en la música, o que sea frívola, eso sólo denota falta de entendimiento del que lo considere, y en esta cadena he notado una gran aceptación e interés, es más, la propia cadena ha ayudado a que mis canciones suenen, como lo hizo “Huracán” haciéndolo día tras día el pasado verano promocionando el Eurobasket.
En Mediaset sabían de la faceta de músico cuando me llamaron, y me animaron a explotarla, creo que es otra manera de comunicar y forma parte de uno como presentador o comunicador. Cuando yo presento una noticia de forma seria depende del formato y lo que se cuente, no que yo lo sea, porque tengo también otros registros para decirle al mundo que soy un presentador, una persona normal y corriente con diversas inquietudes que comparto contigo, ya sea todos los días en televisión o en un escenario para pasártelo bien.
¿Os llegó gente nueva con “Huracán”?
Sí, ese tema fue el primer single de Durden para hacer la puesta de largo como banda profesional, dejar presente que es un grupo solvente y que no es un capricho del presentador de turno que quiere su bandita, aquí hay mucho trabajo de composición, con letras que dicen cosas. “Huracán” habla del estrés mediático, de los que nos sentimos en el ojo del huracán siempre, de estar expuesto a la crítica o al escarnio público, y ante eso es difícil abstraerse, pero es un canto que habla de estar listo para el golpe siendo siempre fieles a nosotros mismos.
Para terminar, ¿qué va a encontrar el que se acerque por primera vez a ver a Durden?
Encontrará la alegría de sorprenderse, que vaya con esas expectativas porque se sorprenderá para bien. Musicalmente va a sentir música de verdad, cuidada y tocada desde el corazón, se van a sentir identificados. Lo que buscamos es que cuando salgan de vernos sientan que han visto algo bonito, con fondo en sus canciones y, ante todo, que lo hagan sudados habiendo pasado un buen rato. Entradas a la venta para su concierto de la sala El Sol aquí.