'Cuando ya no sea yo': el libro de Carmen Elías sobre su convivencia con el Alzheimer

  • La actriz de teatro, cine y televisión catalana, Carmen Elías, ha escrito el libro 'Cuando ya no sea yo', donde habla sobre el Alzheimer

  • Ella aún es ella, aún resiste y puede contar lo que siente y vive: por ello, ha querido relatar cómo es su convivencia con la enfermedad

  • Señales y síntomas del Alzheimer

El Alzheimer es una enfermedad que va devorando cada día la memoria de quién lo padece. Es el caso de la actriz de teatro, cine y televisión catalana, Carmen Elías, a la que hace un año se lo diagnosticaron. Pero ella aún es ella, aún resiste y puede contar lo que siente y vive. Por eso ha escrito el libro 'Cuando ya no sea yo', en el que habla de su compañero 'AL'.

El día que Carmen Elías supo qué tenia Alzheimer respiró de alivio: "Al principio fue: 'puf, qué bien, no estoy loca'". Pero le asaltó también una de sus canciones favoritas: "Maldita sea". Y entre el consuelo y el enfado, asumió lo que llegaba: "Creo que en la aceptación hay un descanso de uno mismo, sabiendo a lo que vas, aceptándolo, entonces eso te permite seguir activo mientras sucede". "Escribir me limpia por dentro, es como una espuma suave y dulce que me suaviza el espíritu", destaca la intérprete de Barcelona de 72 años.

Carmen Elías y su libro 'Cuando ya no sea yo': "Dar voz a esto también me ha ayudado mucho a mí"

Escribir es hoy su manera de vivir el aquí y el ahora. "Dar voz a esto también me ha ayudado mucho a mí. Al mismo tiempo que pienso que está ayudando a muchas familias". A esas familias, la actriz les recuerda en un decálogo lo que no se debe con un enfermo de Alzheimer: "Cada día es un nuevo día y ese día hay que encararlo y los que te acompañan deben saber llevarlo tambien".

La actriz barcelonesa acepta a la enfermedad como compañera de viaje

La ganadora del premio Goya a la mejor interpretación en 2008 (por 'Camino') reconoce que olvida ya muchas cosas, pero no la enfermedad, a la que acepta como compañera de viaje, tal y como recuerda en su libro: "No quiere decir que no me enfade, que no llore, que no la pisotee... Y luego digo: 'bueno, va, estamos juntas en esto, vamos a hacer el Camino de Santiago'". Solo pide, y a gritos, que cuando ella ya no sea ella le permitan tener una muerte digna.