El bailaor Joaquín Cortés ha tenido que ser ingresado de urgencia tras desvanecerse mientras jugaba con sus hijos, Romeo y Leone. Según él mismo ha comunicado a través de sus redes sociales, llevaba “semanas” sintiéndose mal y, al llegar al hospital, tenía “muy poca saturación de oxígeno en sangre”.
Informando a todos sus seguidores y compartiendo una imagen desde la cama del centro hospitalario, el bailarín explicaba en Instagram cuál es su estado de salud:
“Lo que la gente no sabe, ni siquiera de mi propia compañía, es que hace semanas que empecé a estar bastante malo. Tenía tos de pecho, cansancio, dolor de cabeza… Aun así estuve ensayando sin descanso semanas… y pude bailar en Madrid en el Teatro Real y en Barcelona, en el Liceu”, cuenta, relatando que durante estos días la situación no mejoraba.
“Hace días, llevando a mi hijo Romeo al colegio, empecé a toser y me quedé aturdido mientras conducía. Me asusté, pero se me pasó”, explica, señaló que posteriormente volvería a ocurrirle otra vez: “El otro día llegué a Madrid de la rueda de prensa de San Sebastián y, al volver del aeropuerto a casa, de nuevo empecé a toser, pero esta vez le tuve que pedir a Mónica Moreno que me cogiera el volante, porque de pronto no veía nada”, relata, explicando que su pareja cogió entonces el volante “en mitad de una curva”.
“Menos mal, fueron momentos de angustia, pero solo duraron unos segundos, minutos”, cuenta, pasando a continuación a relatar el episodio definitivo que le ha llevado hasta urgencias y a tener que ser ingresado.
“Hace unos días estaba jugando con mis hijos y ya directamente me desvanecí. “Llegué a urgencias con muy poca saturación de oxígeno en sangre. Desde entonces me están haciendo pruebas de cardiología, neurología y neumología. Estoy con antibiótico y oxígeno”, señala, informando a todos sus seguidores de que mañana le van a hacer “una broncoscopia” y después le van a poner “un holder durante horas o días”. “Aún no lo sé. Así hasta que sepan que me está pasando…”, cuenta.
Agradeciendo “a cada profesional de cada especialidad que esté indagando para saber el origen de los síncopes”, el bailaor se muestra esperanzado de que pronto todo pase y pueda volver a los tablaos y los escenarios.
“Ahora tendría que estar bailando en el Kursaal de Donostia, pero por desgracia no ha sido posible. Siento a todas esas personas que como yo tenían tanta ilusión de estar juntos esta noche. Solo me da esperanza pensar que si he bailado así de salvaje sin apenas oxígeno en sangre y con alguna infección en los pulmones… ¡Cómo bailaré cuando me recupere!”, escribe, dando a todos los gracias por el cariño recibido.
“Confío que, con el apoyo de Dios, al final todo esté bien. Sólo me duele llevar días sin ver a mis niños”, escribe, despidiéndose con “un abrazo” y un “todo va a salir bien”.