Apasionado por la literatura y ávido lector de grandes escritores de su Argentina natal, –como Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato o Juan José Saer–, Cristian Umpierre, de 28 años, es un joven que hoy emerge impulsado por el inquebrantable deseo de cumplir un sueño: vivir de la escritura, y a pesar de cualquier obstáculo o circunstancia, como la parálisis cerebral con la que convive y a la que se sobrepone desde sus primeros días de vida.
Oriundo de la ciudad bonaerense de Lobos, Umpierre encontró desde muy pronto un refugio en la lectura, sumergiéndose en una marea de palabras desde las que saciar ese afán de conocimiento que siempre ha cultivado; ese interés por entender las cosas y esa necesidad de preguntarse todo.
Hoy, esa pasión, sumada a su perseverancia, su determinación y su fuerza, le han llevado directamente a convertirse en escritor; en la persona que cuenta esos relatos que otros leen y en los que muchos se evaden.
“Al despertar, veo entrar a la enfermera que cada mañana viene a ocuparse de mí. O de lo que queda de mí, que no es más que una masa amorfa absolutamente inmóvil. Lo que antes era mi cuerpo ahora es una prisión de la que jamás podré salir”, escribe Umpierre en una de las hojas de su primer libro dando voz a su protagonista, Dario, un hombre de 47 años que sufre cuadriplejía debido a un accidente cerebrovascular, una situación que teje un claro paralelismo con la propia vida de Cristian, quien ha querido plasmar así una parte de él en el personaje.
Sus duras palabras, tan sucintas como gráficas, evidencian la lucha que escritor y protagonista enfrentan, pero la diferencia es que Umpierre sí sabe cómo salir. La escritura, dice en una entrevista recogida por Infobae, es para él una “válvula de escape” desde la cual transportarse a un mundo en el cual puede “vivir otras vidas”.
Por eso, a razón de las 200 palabras que comenzó a escribir diariamente durante las noches, fue confeccionando lo que hoy ya es ‘Recuerdos y tormentos de una mente cautiva’, su primer libro y la primera piedra de un proyecto que espera convertir en su forma de vida.
“Escribo por diversión, trato de disfrutar mis historias, desafiándome a mí mismo a que el trabajo me guste y me atrape”, cuenta en la entrevista recogida por Infobae, en la que emplea un teclado de cartón como herramienta para poder comunicarse.
De la editorial ‘Luna de marzo’ y ya disponible en preventa, espera que tenga el éxito suficiente para poder dedicarse a esto, porque de hecho ya está embarcado en la que será su segunda novela, –Génesis–, y espera continuar.
Usando sus dedos índices para escribir en su ordenador, para su primera obra, Umpierre, quien también escribe columnas de actualidad para un periódico local, solo ha necesitado un año. Empezó una noche de abril de 2021, por mera “diversión” y hoy quienes han tenido ya la oportunidad y el placer de leerle se manifiestan convencidos de su talento.
Por supuesto, su primera seguidora es su madre, quien le dio a luz con 17 años y, cuando Umpierre solo tenía 45 días de vida, tuvo que ver cómo tras complicaciones derivadas de un tratamiento el niño hubo de ser trasladado al hospital con falta de oxígeno, una circunstancia que le provocó daños neurológicos que desembocaron en su parálisis cerebral.
Desde entonces, la vida de ambos está marcada por la superación, y juntos esperan que su obra, de 506 páginas, tenga el reconocimiento que merece.