Los galardonados en los premios Princesa de Asturias reciben cuatro obsequios: una dotación económica de 50.000 euros, una insignia, un diploma y una escultura del arista Joan Miró. Desde que comenzaron los premios el artista cedió los derechos de autor de la obra, y desde entonces esta escultura se entrega en esta ceremonia.
La escultura simboliza "el triunfo de los más altos valores humanos, representados por elementos recurrentes de la iconografía mironiana", explican desde la Fundación Princesa de Asturias.
Para que los ganadores de los premios Princesa de Asturias puedan recibir sus premios tienen que acudir a la ceremonia de entrega de los premios. En caso de no acudir, tan solo recibirán el diploma del premio, pero no el resto de dotaciones.
Así, a lo largo de la historia hay premiados que no han recibido la estatuilla del artista mallorquín. Desde 1981 se han otorgado más de 300 premios, con sus correspondientes dotaciones económicas y esculturas.
Algunos de los casos más conocidos de premiados que se quedaron sin su escultura han sido el de los hermanos Gasol, Marc y Pau, que no fueron autorizados en 2015 por sus respectivos equipos de baloncesto a acudir a la ceremonia y se quedaron sin el premio.
Años antes, en 2007, Bob Dylan rehusó acudir a Oviedo, aunque solicitó que le fuera enviada la escultura, algo que nunca ocurrió. También se quedó sin su escultura el escritor Philip Roth en 2012, a pesar de que su ausencia fue justificada por razones médicas.
Durante la entrega de premios no se entrega la escultura de Joan Miró debido a una razón: su peso. La escultura pesa aproximadamente seis kilos y es por este motivo por el que se envía posteriormente a los galardonados, explican desde la Fundación.
Este escultura fue creada por Joan Miró a petición de la Fundación, y el artista cedió los derechos de autor de la obra en una carta el 27 de octubre de 1981. Ahora, la escultura se realiza en la Fundición Parellada de Barcelona por deseo expreso de Joan Miró.