El Festival de Venecia ha escenificado el resurgir del actor Brendan Fraser, quien ha sido recibido entre vítores y aplausos, acaparando todos los focos con su presencia en el esperado evento, al que ha acudido como protagonista de 'The Whale', filme para el que ha tenido que engordar drásticamente para interpretar a un profesor obeso de 270 kilos. Quienes han podido disfrutar ya del largometraje no solo hablan con entusiasmo, sino que ven al actor como candidato al Oscar de la mano del director Darren Aronofsky.
De desaparecido a aclamado, Fraser ha sido recibido de hecho con una larguísima ovación de seis minutos de aplausos ante los cuales el estadounidense de 53 años no ha podido evitar derumbarse, respondiendo muy emocionado a los gestos de cariño, haciendo una reverencia entre lágrimas.
Su aparición en 'The Wale' le reconcilia con la industria del cine y le catapulta nuevamente en su carrea hacia los premios más famosos de la gran pantalla, en Hollywood. Desde su estreno a la alfombra roja de Venecia han pasado 20 años. Entonces, su cara de chico inocente nada tenía que ver con la larga travesía que ha recorrido hasta ahora. El actor de 'La Momia' o 'George de la jungla', dos de sus éxitos más taquilleros, ha vivido una bajada a los infiernos desde entonces.
Fue en 2008 cuando todo empezó a tambalearse para él. Fraser, que siempre enfrentó sus escenas de acción sufrió varias operaciones, y su divorcio le dejó tocado. La muerte de su madre terminó por acorrarle, y su estrella parecía averse apagado. Sufrió depresión, y tras ello llegó también el sobrepeso, con Hollywood volviendo a arrinconar a un actor con problemas.
Hoy, sin embargo, el actor ha resurgido con más fuerza que nunca, espoleado por el cariño de todos los seguidores, entusiastas al reconocer su último trabajo. Fraser, que ha llegado a pesar 300 kilos, se convirtió en el actor que Aranofsky llevaba 10 años buscando. La de Venicia podría ser la primera de muchas ovaciones.