La actriz Sharon Stone se encuentra en una de las mejores épocas de su vida, y se siente espléndida a sus 64 años, como así lo demuestra en sus redes sociales. Además, revela que ha dejado de ser una esclava de los retoques estéticos y que quiere afrontar el paso del tiempo con dignidad. Y es que antaño, la protagonista de Instinto Básico era muy aficionada al bótox y por esto último una pareja decidió terminar la relación con ella, como ha contado la actriz en una entrevista en 'Vogue', en su edición de Arabia.
Stone ha contado que durante algún tiempo tuvo una relación amorosa con hombre más joven que ella, este le insistía en diversas ocasiones que se inyectara bótox para reducir algunas de sus arrugas en la piel. La actriz se negó a esta extraña petición, y ante la perseverancia de su pareja, ella le dijo: "Seguramente sería muy bueno para tu ego si lo hiciera". "Lo vi una vez más después de eso y luego ya no estaba interesado en verme", afirmó la intérprete.
"Hubo períodos de fama en los que me inyecté bótox, relleno y esas cosas, y luego tuve un derrame cerebral masivo y una hemorragia cerebral de nueve días, por lo que tuve que ponerme más de 300 inyecciones de bótox para levantar un lado de mi cara", así relató la actriz una de las experiencias más traumáticas de su vida que tuvo lugar en el año 2001. Tras este percance, Sharon Stone tomó la decisión de afrontar el paso de la edad y no volver a someterse a un retoque de este tipo. Así lo publica AS.