A la espera de una declaración oficial en firme del Gobierno iraní, la prensa vinculada a las autoridades de la república islámica ha aplaudido el intento de asesinato contra el escritor británico de origen indio Salman Rushdie durante un evento en Nueva York, que ha dejado al antiguo ganador del premio Booker, perseguido durante años por un edicto del fallecido ayatolá Jomeini, ingresado en estado muy grave.
Rushdie, de 75 años, se encuentra ahora intubado y corre grave peligro de perder un ojo tras las puñaladas que le propinó el agresor, identificado como Hadi Matar, de 24 años y residente en Fairview, Nueva Jersey. Las primeras investigaciones de la Policía, recogidas por NBC News, revelan que Matar simpatizaba en las redes sociales con la Guardia Revolucionaria iraní, así como con el extremismo chií, pero no han confirmado vínculos directos con Teherán.
A falta de reacción oficial, el diario ultraconservador Kayhan, cuyos responsables son directamente nombrados por el actual líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei, han declarado a Matar como un "hombre valiente y consciente de su deber", antes de aplaudirle por atacar "al apóstata y depravado Salman Rushdie".
"Besemos las manos de quien desgarró el cuello del enemigo de Dios con un cuchillo", agregó el diario en referencia a una de las heridas causadas al escritor, perseguido desde el edicto proclamado por Jomeini en 1989 tras la publicación de su libro 'Los Versos Satánicos', considerado por las autoridades iraníes como una afrenta al Islam.
Otro medio de comunicación conservador, el portal Eghtesad Salem, considera que el ataque contra Rushdie, ocurrido más de 30 años después de la 'fatua', envía un mensaje a Estados Unidos y a sus responsables de Gobierno, "que deberán temer", sin importar el tiempo que pase "la venganza de Irán" tras la muerte del general iraní Qasem Soleimani en un ataque estadounidense en Irak en enero de 2020.
Medios como el reformista Etemad se han limitado a informar del apuñalamiento contra Rushdie sin ofrecer opiniones al respecto.
Hasta el momento, el único responsable iraní que se ha manifestado al respecto ha sido el asesor del equipo de negociadores sobre el acuerdo nuclear iraní, Mohamed Marandi, quien ha declarado su indiferencia sobre la salud de Rushdie.
"No voy a llorar por un escritor que escupe un odio y un desprecio interminables por los musulmanes y el islam", ha hecho saber en su cuenta de Twitter en el que ha llegado a preguntarse sobre un posible vínculo entre el ataque y la proximidad de un acuerdo con Irán en las conversaciones nucleares de Viena.
En los últimos años, algunas de las autoridades iraníes más moderadas se han ido desvinculando de la 'fatua' de Jomeini pero el estamento clerical del país nunca ha llegado a dejar libre de peligro al escritor.
En 1998, el Gobierno del entonces presidente reformista de Irán, Mohamed Jatami, aseguró a Reino Unido que Irán no implementaría el edicto, pero el ayatolá Alí Jamenei declaró en 2005 que el escritor seguía siendo un apostata cuyo asesinato está autorizado por el islam.