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Llegan los días de frío, y la crisis energética en el planeta amenaza con una subida de precios. El escenario plantea el encarecimiento del gas y la electricidad, por lo que muchos ciudadanos se preguntan cómo pueden mantenerse calientes en casa sin gastar.
Ante esta situación, en la que prima el ahorrar, recopilamos algunas de las recomendaciones de los expertos sobre cómo mantener la casa caliente sin gas y sin electricidad:
Las cortinas delgadas y de colores claros durante los meses de verano hacen un flaco favor al hogar cuando las temperaturas comienzan a bajar. Lo recomendable, según los expertos, es cambiarlas por cortinas más pesadas, algo que ayuda a mantener el aire caliente dentro. Si son térmicas, además de gruesas, serían las cortinas ideales para mantener la casa caliente sin necesidad de calefacción.
La luz del sol es el mayor instrumento para calentar nuestra casa. Los expertos sugieren abrir persianas, cortinas y ventanas durante el día para que aumente la temperatura del hogar. Debemos aprovechar al máximo las horas en las que el sol penetre con más fuerza en las ventanas.
Del mismo modo, si queremos mantener el frío fuera, debemos cerrar persianas, cortinas y ventanas -cuando ya no haya sol, o no penetre con fuerza-. También debemos cerrar las puertas para mantener el calor que hemos conseguido.
Pisar un suelo frío es algo muy incómodo los meses de invierno. Colocar alfombras gruesas nos puede ayudar mucho. No solo mantendremos los pies calientes, sino que también pueden aislar mejor la vivienda y reducir potencialmente las corrientes de aire en el suelo.
La campana extractora de la cocina, además de limpiar el aire cuando preparamos algo, puede actuar como un conducto para que el aire frío ingrese en la vivienda. Para evitar ese efecto secundario se recomienda cubrirla cuando no esté en uso (con una sábana de plástico) para mitigar las fugas y mantener el aire caliente en el interior.
Una forma de mantenernos más calientes en casa es cubriendo las ventanas con plástico retráctil o de burbujas. Se recomienda colocar una sábana de plástico en las ventanas por las que no se necesite ver para ayudar a mantener algo del aire caliente.
La cinta adhesiva puede ser un material muy útil. Si encontramos pequeños filos o huecos por donde pasa el aire, podemos tapar cualquier rendija y evitar posibles circulaciones de aire. De este modo evitaremos que entre el frío por ventanas o puertas.
Las áreas donde el aire frío ingresa a su hogar no siempre son tan obvias. Los expertos recomiendan sellar con masilla las grietas y las áreas alrededor de los enchufes, ya que pueden ser conductos por los que perdamos calor.
Las bebidas calientes pueden hacernos un gran favor cuando tenemos frío. El café, el té y el chocolate se puede guardar durante un tiempo en un termo. De esta forma podremos mantenernos calientes y hacer que el cuerpo se mantenga saludable.
Cuando no hay energía para dar calor a su casa, su cuerpo puede sentir rápidamente las temperaturas exteriores y luchar para mantenerse caliente. Para mantener la temperatura corporal, y no sufrir grandes cambios, se recomienda usar varias capas de ropa. Desde la cabeza hasta los dedos de los pies, las capas darán a su cuerpo el calor adicional. Además, en los meses de invierno se recomienda el uso de mantas, especialmente las de lana, las polares o las de franela son las que más puntos se llevan.
La chimenea es otra de las alternativas a la calefacción. No todas las casas poseen una, pero si se cuenta con ella será de gran ayuda. La leña se puede conseguir en el campo o se puede comprar a precio económico. No obstante, debemos saber que es un conducto abierto, una fuente común de corrientes de aire en el hogar. Por tanto, cuando no esté en uso, se debe mantener cerrada.
Las velas sirven como decorativo en una casa, pero resultan de gran ayuda si se quiere calentar un espacio pequeño. Lo más recomendable es utilizar velas grandes y gruesas, para que duren más y desprendan más calor. No obstante, los expertos advierten de tener mucho cuidado con ellas, sobre todo si vamos bien abrigados o hay alfombras o muebles.
El ejercicio físico nos puede ayudar a entrar en calor. Los expertos recomiendan realizar ejercicios sencillos, que no requieran gran esfuerzo, para entrar en calor. De esta forma, si a nivel ambiente hace mucho frío, nuestro cuerpo no sufrirá.
Existen otros factores que influyen en la temperatura del hogar; La ubicación de la vivienda influye para mantener el calor, las casas que están en la montaña son más frías que las que están en la ciudad; la orientación es otro elemento importante, la entrada de la luz del sol depende de la dirección de nuestra vivienda; la decoración no debe subestimarse, las estanterías repletas de libros pueden 'vestir' una pared; y el color también juega su papel, el negro, el gris o el verde oscuro son los que mejor retienen el calor.