Si usamos bayetas y estropajos para limpiar nuestra casa entonces parece lógico que a su vez sean higiénicos, pero ¿lo están?. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado un estudio y parece que no. El microscopio revela que en 9 de cada 10 bayetas que creemos impecables quedan bacterias.
En todas las cocinas hay estropajos y bayetas que se usan más o menos con frecuencia. Si se usan para limpiar, es imprescindible que a su vez sean higiénicos. El motivo no es otro que, en caso contrario, lo que estaremos haciendo es esparcir las bacterias.
Para saber si en nuestras cocinas las bayetas y los estropajos están o no en perfecto estado de revista, la OCU ha realizado un estudio con estropajos y bayetas tal y como se dejan habitualmente después de usarlos. Estos han sido enviados directamente al laboratorio para ver en qué condiciones higiénicas se encontraban.
Además, también se ha preguntado a los encuestados cuál era el método usado para su desinfección, es decir, si los desinfectaban de alguna manera concreta, cada cuánto lo hacían o el periodo aproximado en el que suelen renovarlo.
Los métodos más utilizados para desinfectar bayetas y estropajos han resultado ser meterlas en la lavadora o dejarlas en agua con lejía, aunque también los encuestados usaban el microondas, el lavavajillas o el jabón o el detergente.
En más del 90% de las bayetas y los estropajos analizados la higiene era deficiente. El microscopio revela que, aunque pensemos que lo están a simple vista, la realidad es que no están libres ni de bacterias.
En el caso de las bayetas, la higiene en 9 de cada 10 de ellas resulta deficiente. En el caso de los estropajos la situación es peor ya que casi en su totalidad, en un 96%, resulta ineficaz.
Los datos nos revelan que no lo hacemos bien, aunque creamos que sí. Por eso, te damos unos consejos para que queden perfectas y en buen estado higiénico.
Aunque están en contacto permanentemente con la suciedad, es posible mantener las bayetas y los estropajos sin bacterias siguiendo unos pocos consejos.
1. Eliminar los restos de comida después de cada uso. Las bacterias son seres vivos y necesitan nutrientes así que mejor no darles facilidades para que crezcan.
2. Aclarar, escurrir y dejar secar después de cada uso. Si quieres puedes añadir unas gotas de lejía como método desinfectante adicional. Ponlos a remojo en agua con lejía diluida al 10% durante al menos 5 minutos. Es importante dejar la bayeta extendida para evitar que se acumule la humedad.
3. Renovar frecuentemente tus estropajos y bayetas, cuanto más desgastados estén, más propensos serán a acumular bacterias.
4. Utiliza una bayeta para cada zona, es decir, una bayeta para el baño, otra para la cocina y guárdalos en sitios distintos.