En carretera es importante cumplir con las normas de tráfico, con todas, aunque algunas sean más sencillas de seguir que otras. Por ejemplo, no excederse en la velocidad es sencillo, solo hay que prestar atención a las señales y al velocímetro, que nos indica la velocidad a la que se desplaza el coche, lo que proporciona un dato concreto y permite frenar en caso de ser necesario.
Para poder cumplir con otras hay que estar increíblemente atento… o aprenderse algún truco sencillo que pueda hacernos la vida más fácil, como sucede con el truco del dedo, que es ideal para poder calcular si estamos manteniendo la distancia adecuada con el coche de delante o tenemos que darle un poco más espacio para evitar que, en caso de accidente, no podamos esquivarle.
La seguridad es lo primero y por eso guardar la distancia con el coche de delante es esencial. Es también un gesto de cortesía, pues nada molesta más a un conductor que tener un vehículo demasiado cerca de su propio coche, poniéndole nervioso y también arriesgándose a que las consecuencias ante un posible accidente sean mayores.
De hecho, existen también algunos trucos para que el coche que llevamos detrás se separe un poco, como puede ser activar el limpiaparabrisas y mojarle, lo que suele provocar que el vehículo que llevamos detrás frene un poco y se aleje para evitar que le vuelvan a mojar. Suele ser una solución temporal, pero efectiva durante unos momentos y que proporciona un tiempo de calma que muchos conductores agradecen.
Igual que a casi ningún conductor le gusta tener a otro demasiado cerca, seguro que nadie quiere ser quien moleste y ponga nervioso al vehículo de delante, por lo que aprender a calcular esa distancia, sin tener que hacer demasiadas cuentas o dedicarnos a contar segundos después de tomar puntos de referencia, parece lo ideal. Sobre todo si es un método sencillo para el que solo necesitamos un dedo.
La dirección de carreteras de Dinamarca, la Vvejdirektoratet, ha sido quien ha compartido este sistema que puede cambiar la vida de todo conductor con miedo a no estar dejando la distancia adecuada, para su propia seguridad y la de la gente de su alrededor, pero también para el bienestar de su bolsillo, porque no respetar esta distancia se considera infracción grave.
La distancia que tenemos que respetar con el coche de delante es de unos 100 metros, algo que no es siempre sencillo, por eso, el equivalente de la DGT en Dinamarca ha explicado este truco: hay que levantar el pulgar e intentar tapar el coche de delante. Si lo consigues, la distancia será la adecuada, pero si todavía podemos ver al coche de delante por detrás de nuestro dedo pulgar, lo mejor es aumentar la distancia con ese vehículo.
Un método sencillo y que en pocos segundos puede proporcionar esa información que el conductor necesita para que la conducción continúe siendo segura y ajustada a las normas de tráfico.