¿Cómo mejorar la calidad del aire de tu vivienda?

En casa es donde más a gusto nos sentimos, se convierte en nuestro refugio, el espacio en el que podemos relajarnos y dejar las preocupaciones a un lado, pero para que esto sea así, es importante que sea un lugar seguro en todos los sentidos y esto hace referencia también a nuestra salud. 

No siempre somos conscientes de ello, pero es importante que el aire que respiramos en nuestras viviendas sea de la mejor calidad, gracias a eso podremos evitar el contagio de algunas enfermedades y también molestos síntomas, como dolores de cabeza, irritaciones de nariz, garganta y ojos, fatiga, náuseas o mareos. En los casos más extremos, un aire de mala calidad puede llegar a producir ataques de asma, entre otras enfermedades. 

Es esencial para la salud de todos los habitantes de la casa cambiar esto, logrando que el aire que respiramos sea el mejor posible. No podemos hacer nada por el aire del exterior, hay muchos factores que influyen, pero podemos cuidarnos en casa.   

Mejorar la calidad del aire de tu vivienda

Para conseguir que el aire de la vivienda que habitamos sea de mejor calidad, hay algunos tips y consejos que podemos poner en práctica, pequeños gestos que podemos hacer de manera habitual y que pueden marcar una gran diferencia. 

Una de las recomendaciones más efectivas y también más sencillas de poner en práctica es ventilar la casa abriendo las ventanas de manera diaria, de este modo se evita que los posibles contaminantes se mantengan en el interior. Esto es especialmente importante después de limpiar con productos químicos, pero también después de cocinar, cuando se recomienda encender el extractor. 

Puede parecer un poco evidente, pero una buena limpieza es esencial. Limpiar de forma regular la vivienda evitará que se acumule polvo, lo que puede aumentar la presencia de alérgenos y otras partículas. Mejor un aspirador que una escoba y un paño húmedo para el polvo, así evitamos moverlo.

El exceso de humedad provoca la formación de moho, por lo que conviene evitar que eso suceda. Para ello, algo que podemos hacer es lavar con frecuencia la ropa de cama, limpiar bien las alfombras, secar la ropa cerca de una ventana abierta o usar un deshumidificador si es necesario. 

Algunos aparatos pueden convertirse en contaminantes si no funcionan adecuadamente, por eso llevar un correcto mantenimiento de sistemas de refrigeración y calefacción puede ayudarnos a que el aire interior sea mejor, por ejemplo, limpiando los filtros de esos sistemas de vez en cuando y reemplazándolos cuando recomienda en fabricante. 

Además, podemos apostar por los tejidos naturales, evitando los sintéticos en cortinas, tapizados y otros textiles del hogar, reducir los elementos decorativos que pueden acumular polvo, como tapices y alfombras, poner plantas en la vivienda, para que produzcan oxígeno durante el día y nos ayuden a limpiar el aire (además de a llenar de vida la casa) y evitar humos como los del tabaco. No fumar dentro de casa es un tip que favorece en muchos aspectos, no solo evitamos contaminar el aire, también manchar las paredes y evitamos el mal olor.