En verano, las gafas de sol no son solo ese accesorio que utilizamos para completar nuestro look, sino un objeto que influye directamente en la salud de nuestros ojos.
A la hora de optar por un modelo u otro, es fundamental elegir siempre aquellas que tengan la certificación adecuada y nos protejan adecuadamente de los efectos de la radiación ultravioleta, concretamente los UVA y UBV. Estar demasiado expuestos puede traernos problemas.
Si utilizamos gafas ‘malas’ (no homologadas), aquellas que filtran una mayor cantidad de rayos ultravioleta, corremos el riesgo de sufrir visión borrosa, desviaciones oculares y toda una serie de problemas relacionados con el exceso de absorción de la luz. Esto sucede cuando los cristales de las gafas no filtran correctamente los rayos UV y la córnea y el cristalino del ojo tienen que trabajar más intensamente.
La duda más frecuente tiene que ver con el grado de protección de las lentes. ¿Cómo podemos estar seguros de que unas gafas de sol realmente nos protegen de los rayos UV? ¿Qué certificación deben llevar?
En Europa, la normativa que regula la protección UV de las gafas de sol es la EN 1836:2005, bajo el estándar UE 2016/425. Este establece los requisitos que debe cumplir cualquier modelo para ser considerado seguro y efectivo en la protección contra la radiación UV.
Las que cumplen con esta norma suelen llevar el marcado "CE" en la etiqueta del cristal o la descripción del producto que vendrá en la funda. Tenemos que buscar esas dos siglas para estar seguros de que estamos eligiendo bien. Este marcado asegura que el producto ha sido testado y cumple con los requisitos esenciales de salud y seguridad establecidos por la legislación de la Unión Europea.
La certificación del fabricante también nos dará mucha información útil. Las que protegen específicamente contra los rayos UV suelen llevar etiquetas como "100% UV protection" o "UV400". Esta última denominación indica bloquean los rayos UV de hasta 400 nanómetros de longitud de onda, y cubren tanto los rayos UVA como los UVB. Será otro punto a favor de ese modelo en concreto, si tenemos que decidir entre varios con distintos grados de protección.
Es interesante también que tengamos en mente el sistema de clasificación que se utiliza en Europa para los distintos filtros y sus categorías. Van numeradas del 0 al 4, y cada número nos dará información sobre la cantidad de luz visible que pueden filtrar y el tipo de protección que van a ofrecernos.
Si aun así no estamos seguros de qué modelo de gafas elegir, una solución sencilla es acudir a nuestra óptica de confianza y pedir allí que comprueben el grado de protección de las gafas de sol que nos interesan a través de una prueba de polarización.