Hay tareas de la casa que son muy agradecidas, mientras que otras son bastante ingratas. Por ejemplo, nada más hacer la cama ya se nota como toda la habitación luce más ordenada, incluso si solo hemos tenido que estirar un poco las sabanas después de ventilar. Otras, apenas marcarán la diferencia, pero son igualmente necesarias.
Esto es lo que sucede con la limpieza del congelador, que con el paso del tiempo no solo tiende al desorden, también a crear una capa de hielo cada vez mayor hasta que no nos queda más remedio que reconocer que, si la quitáramos, probablemente entraría más comida y también podríamos organizarla mejor.
Aunque una vez hecho, su aspecto no repercute en el aspecto del resto de la casa, lo cierto es que este tipo de limpiezas pueden producir una gran satisfacción personal, sobre todo cuando conocemos algunos trucos estrella que nos ayudan a que resulte una tarea un poco más liviana.
Eliminar el hielo que se acumula en el congelador y nos quita espacio de almacenamiento es más sencillo si sabes cómo.
El congelador es uno de los electrodomésticos más prácticos, nos permite organizarnos mejor a la hora de conservar la comida y así es más sencillo y económico planificarse. Sin embargo, también tiene ciertos inconvenientes, como lo molesto que resulta tener que eliminar el hielo que se acumula en las paredes cada cierto tiempo y hace que el espacio para guardar comida sea cada vez más pequeño.
Uno de los trucos más habituales pasa por calentar agua en una cazuela y, una vez vaciado el congelador, la metemos dentro y cerramos la puerta. Pasados unos minutos, esto tendría que hacer que el hielo se descongele y solo tendríamos que recoger el hielo derretido con la ayuda de una bayeta. Sin embargo, esta no es la única solución, también podemos ayudarnos de papel de aluminio.
Para que este truco funcione, es necesario desenchufar el congelador, algo que es útil siempre que eliminemos el hielo, porque el agua podría dañarlo. Así, una vez que esté vacío y desenchufado, habría que cubrir sus paredes con papel de aluminio, dejando este bien pegado al hielo que queremos eliminar. Esperamos unos quince o veinte minutos a que haga el efecto deseado y después veremos cómo el hielo se empieza a despegar y lo podemos quitar sin problemas.
Solo habrá que retirar el agua que se haya formado y eliminar los trozos de hielo que queden y se desprenden con facilidad, con cuidado de no quemarnos con el frío y sin necesidad de emplear utensilios que puedan dañar las paredes, como cuchillos o rasquetas metálicas. Siempre será mejor utilizar herramientas que no dañen o rallen la superficie.
Una vez hecho esto, solo habrá que limpiar el interior con nuestro producto de limpieza habitual para asegurarnos de que queda limpio y desinfectado, pudiendo organizar el congelador como más nos guste y finalizando la jornada con la satisfacción de un trabajo bien hecho.