El corcho de vino, el cual a veces se rompe a la hora de retirarlo de la botella y es complicado de quitar sin sacacorchos, tiene el objetivo de preservar las propiedades organolépticas del vino y evitar la entrada de aire, moho y bacterias.
No obstante, este elemento hecho por norma general de corteza de alcornoque, además de ser esencial para la maduración del vino en botella, tiene otras funciones desconocidas por muchos.
Si bien es cierto que muchas personas lo utilizan para mantener el vino una vez abierto en buenas condiciones unos días más, en NIUS te explicamos para qué otras cosas puede servir este corcho que tantas veces acaba en la basura.
En muchas ocasiones, desechamos objetos y residuos que podríamos darles una segunda oportunidad y reutilizar para otros fines. En su caso, los tapones de corcho de vino, pueden ayudarte si los colocas en los estantes del frigorífico o incluso del congelador.
La porosidad del corcho no solo permite absorber el exceso de humedad, la cual puede dañar a los alimentos más frescos, sino que también consigue eliminar los malos olores que se pueden generar dentro del frigorífico en tiempo récord.
Ahora bien, dejar varios corchos o partes de él esparcidos por la nevera no es suficiente, es importante combinarlo con una limpieza periódica y exhaustiva del electrodoméstico, así como también sustituirlos cada cierto tiempo para que resulte más efectivo.
Además, si quieres completar el proceso, puedes añadir al corcho unas gotas de algún aceite esencial para perfumar el interior.