Qué alimentos no se pueden llevar en una nevera portátil

La nevera portátil es un complemento indispensable de la época estival, tanto para la playa y la piscina como en las excursiones a la montaña. Son el mejor aliado para transportar la comida y las bebidas que requieran refrigeración, aunque hay que tener en cuenta los alimentos que se pueden llevar a la playa y los que no.

A la hora de pensar el menú de lo que vamos a comer y llevar en la ‘neverita’, debemos conocer las condiciones en las que vamos a estar. Es decir, lo más probable es que haga mucho calor y estemos sentados en la naturaleza, bajo el sol y sin acceso a ningún espacio para refrigerar o manipular los alimentos correctamente.

Por tanto, los menús deben ser cómodos de preparar, estar listos y ser fáciles de comer. Sin embargo, hay alimentos que, por muy prácticos que sean, no se recomiendan llevar en una nevera portátil, porque pueden estropearse y producir intoxicaciones alimentarias. 

Lo que no debes llevar en la 'neverita'

La recomendación es evitar poner en nuestra nevera portátil:

  • Alimentos o platos con huevo: es mejor evitar la clásica tortilla de patatas o que esté bien cuajada y hecha, ya que se corre el riesgo de que se contamine con las bacterias que provocan la salmonelosis.
  • Lácteos y queso fresco: la leche se puede ‘cortar’ y provocar trastornos digestivos. Por ello, hay que evitar llevar leche, yogures o postres lácteos con nata y crema si van a estar expuestos a temperaturas muy elevadas.
  • Pescados y mariscos crudos o marinados: pueden contener anisakis, además del hecho de que pierden frescura al llevarlos en un táper.
  • Carne de ternera: no es la mejor opción, puesto que su digestión es pesada y aumenta la sensación de calor.
  • Pollo: es una de las carnes con las que hay que tener más cuidado, puesto que suele albergar mucha agua y ante el calor no reacciona bien.

Qué llevar de pícnic en verano

Los alimentos más adecuados para mantener en la nevera portátil son las frutas, los sandwiches o bocadillos de embutidos, las ensaladas verdes, los frutos secos y las latas de conservas. Además de otros clásicos como las croquetas o las empanadillas; y, pasta o arroz, que sacian y no requieren de preparación en la playa. Respecto a las bebidas, nada mejor que el agua, pues es la opción más saludable, refrescante y la que mejor quita la sed.