La nevera portátil es un complemento indispensable de la época estival, tanto para la playa y la piscina como en las excursiones a la montaña. Son el mejor aliado para transportar la comida y las bebidas que requieran refrigeración, aunque hay que tener en cuenta los alimentos que se pueden llevar a la playa y los que no.
A la hora de pensar el menú de lo que vamos a comer y llevar en la ‘neverita’, debemos conocer las condiciones en las que vamos a estar. Es decir, lo más probable es que haga mucho calor y estemos sentados en la naturaleza, bajo el sol y sin acceso a ningún espacio para refrigerar o manipular los alimentos correctamente.
Por tanto, los menús deben ser cómodos de preparar, estar listos y ser fáciles de comer. Sin embargo, hay alimentos que, por muy prácticos que sean, no se recomiendan llevar en una nevera portátil, porque pueden estropearse y producir intoxicaciones alimentarias.
La recomendación es evitar poner en nuestra nevera portátil:
Los alimentos más adecuados para mantener en la nevera portátil son las frutas, los sandwiches o bocadillos de embutidos, las ensaladas verdes, los frutos secos y las latas de conservas. Además de otros clásicos como las croquetas o las empanadillas; y, pasta o arroz, que sacian y no requieren de preparación en la playa. Respecto a las bebidas, nada mejor que el agua, pues es la opción más saludable, refrescante y la que mejor quita la sed.