Es importante, cuando compramos una prenda de ropa nueva, mirar la etiqueta con cuidado, sobre todo para saber cómo tendremos que lavarla. Esto es imprescindible en el día a día, al lavar las prendas que usamos habitualmente, pero cuando tenemos que enfrentarnos a una mancha concreta, hay que tener en cuenta otros factores extra.
Tan importante como el tejido y la composición de la ropa es la mancha en sí mismo. Algunas de ellas son imposibles de quitar y tendremos que resignarnos a que siempre formarán parte de la prenda a partir de ahora. En algunas ocasiones podremos ocultarlas, por ejemplo, añadiendo un bordado o un dibujo, en otras no quedará más remedio que renunciar a volver a llevarla.
Otras veces solo tendremos que investigar con un poco de cuidado para saber si existe alguna forma que desconocíamos para librarnos de ese tipo concreto de manchas, como sucede en las ocasiones en las que es la resina la que se nos pega a la ropa.
Salir a disfrutar del aire puro y el sol en la naturaleza es un plus, una experiencia que además puede ayudarnos a calmar la mente y hacernos sentir mejor. Sin embargo, hay ciertos riesgos a los que nos enfrentamos cuando estamos cerca de árboles, como las manchas de resina que podemos conseguir si no nos fijamos demasiado dónde nos estamos apoyando o en qué lugares nos sentamos.
Al regresar a casa, el primer impulso es meter esas prendas a la lavadora o incluso intentar lavarlas a mano con agua y jubón, pero es pronto queda claro que los sistemas tradicionales no son los más adecuados para eliminar los restos de esta sustancia, que tan eficaz es para mantener a los insectos y otros organismos alejados de determinadas plantas.
No todos los tejidos son iguales y algunos métodos pueden llegar a dañarlos, por ejemplo, una buena técnica para quitar las manchas de resina es calentarla con un secador y después frotar suavemente con un trapo y acetona, pero esto podría dañar algunos tejidos y también algunos colores.
El calor, no obstante, es una buena estrategia para eliminar la resina, sobre todo si todavía está fresca. Solo tendrás que aplicarlo con un secador, a unos 20 centímetros de la prenda, hasta que se ablande, retirando los restos con una esponja húmeda o un trapo. Cuando solo quede la mancha, la metemos a la lavadora. Si la resina se ha solidificado, podemos intentar quitarla con una técnica de frío, deslizando sobre la resina un cubito de hielo hasta que se pueda retirar.
La mancha que quede después puede ser también un reto -no siempre funciona solo con meterlo a la lavadora-, pero se pueden probar algunos remedios naturales, como aplicar clara de huevo, sobre todo si la prenda es delicada, aceite de oliva o una mezcla de bicarbonato y agua, si la prenda es blanca. Se deja actuar y pasados unos minutos se retira y se lava la prenda siguiendo las instrucciones de la etiqueta.