¿Cómo limpiar la silla de coche de un bebé?

Todos los padres tienen que enfrentarse tarde o temprano a la limpieza de la silla para coche de su bebé, uno de los artilugios imprescindibles en la vida de cualquier familia con niños pequeños. No es posible viajar sin ellas, y su mantenimiento es importante. Aquí tienes nuestra selección para este año.

Al fin al cabo, transportan con mayor seguridad, sirven como punto de descanso para los pequeños y los protegen en caso de accidente de tráfico, ya que están diseñadas para distribuir las fuerzas de impacto de manera uniforme y minimizar las lesiones. Con todo, es frecuente que con el traqueteo de los viajes en coche acaben por mancharse de vómito, comida o bebida. Toca dejarlas como nuevas.

Cómo limpiar correctamente una silla de bebé

El proceso de limpieza no es especialmente complicado, solo hay que tener un poco de paciencia para dejar la silla libre de manchas y bacterias que puedan haberse acumulado en la tapicería o las partes desmontables. Es recomendable limpiarla al menos una vez al mes. Lo fundamental, además, es evitar el uso de productos químicos abrasivos como la lejía, que puedan dañar los materiales y, por extensión, afectar a la piel del bebé que vaya asegurado en ella.

En cuanto a los materiales, necesitaremos:

  • Agua tibia
  • Jabón neutro.
  • Toallas de papel o paños limpios
  • Cepillo suave
  • Brocha
  • Aspiradora con accesorios para tapicería (opcional)
  • Desinfectante suave (opcional)
  • Trapos desechables (opcional)
  • Secadora de pelo (opcional)

A continuación, los pasos para realizar un correcta limpieza de la silla del be´be:

  1. Antes de limpiar, retiraremos las piezas extraíbles que van abrochadas. Esto incluye fundas y arneses. En el manual vendrá especificado cómo se deben extraer con seguridad para no dañar la silla. Es importante seguir las instrucciones del fabricante. Para limpiezas superficiales, no es necesario desabrochar las partes de tela. Puede hacerse de a una, la silla completa.
  2. Aspiramos la tapicería para recoger las migas o los restos de comida sueltos que puedan haber quedado atrapadas. Hay que asegurarse de dar pasadas entre las junturas y las partes que no se ven a simple vista.
  3. Lavamos las piezas extraíbles. Por lo general, tanto los arneses como las fundas de tela pueden meterse en la lavadora, o bien podemos hacerlo a mano, aunque tardaremos más.
  4. Toca repasar la estructura con agua y jabón y, si lo deseamos, un tercio de amoniaco. Usaremos un paño limpio y una esponja y nos aseguraremos de repasar bien las áreas de plástico y metal para que queden desinfectadas y brillantes. Opcionalmente, este paso puede hacerse con un taladro, al que acoplaremos un cepillo de cerdas suaves. Simplifica el proceso y hace la limpieza más eficaz.
  5. Secamos con un trapo toda la silla: la estructura, la tela, las piezas móviles, los arneses, etc.  No se podrá utilizar hasta el día siguiente, cuando la tela haya secado por completo.
  6. Opcionalmente podemos engrasar las zonas de plástico con hidratador de plásticos, para que no quede reseco tras frotar con agua, jabón y amoniaco.