Cómo limpiar tu coche después de un viaje: trucos y consejos

Este verano, más de uno ha optado por hacer rutas en coche, una modalidad de viaje cada vez más frecuente y donde es importante comprobar el estado del vehículo, así como también planificar las paradas. No obstante, al igual que es recomendable revisar el vehículo antes de emprender el viaje, también lo va a ser ponerlo a punto a la vuelta, lo que incluye hacer una limpieza adecuada y a fondo.

Después de un viaje, tu coche puede que esté más sucio de lo normal, tenga mosquitos en el parabrisas o en la carrocería y el interior no esté listo para la vuelta a la rutina.

Por ello, en NIUS te ofrecemos varios trucos y consejos para que esta tarea sea eficaz y no se alargue demasiado. Eso sí, el principal consejo es no dejarlo para después, hazlo lo antes posible o incluso nada más llegar.

Antes que nada: el interior del coche

Limpiar tu vehículo no es solo cuestión de estética, sino que los restos de polvo, barro o arena pueden deteriorar la carrocería, la tapicería e incluso las juntas o conexiones. Por ello, es recomendable hacer una limpieza completa y profunda, sobre todo tras un largo viaje, ya que es cuando pasamos más tiempo dentro de él. 

Aunque, por norma general, solemos empezar a limpiarlo por la carrocería, lo más recomendable es hacerlo al revés, es decir, comenzar por el interior. Una vez se haya retirado equipaje y vaciado tanto el maletero como la parte trasera del habitáculo, es hora de ponerse manos a la obra.

Primero de todo, tira la basura o aquellos objetos que puedan haber quedado olvidados en los asientos o en los huecos laterales y quita la suciedad incrustada de las alfombrillas, los asientos, el salpicadero e incluso en la parte interior de los cristales. Aunque lo más eficaz en estos casos es un compresor de aire, también puedes utilizar un aspirador y un cepillo.

En cuanto a los asientos, los reposabrazos o reposacabezas, los cuales pueden mancharse de sudor o crema, emplea productos específicos en función del tapizado que tengan. Eso sí, no olvides limpiar los huecos y rendijas que hay entre las butacas o los raíles, unos huecos en los que, además de polvo, se suelen acumular papeles, monedas o incluso restos de comida o de suciedad como hojas.

Un consejo es dejar las alfombrillas para al final, ya que al limpiar otros elementos o componentes puede que se ensucien de nuevo. Quítalas con cuidado para que la suciedad no se escape, sacúdelas lejos del coche y límpialas hasta dejarlas como nuevas. Importante: no las vuelvas a colocar hasta que no estén en perfecto estado y, sobre todo, secas. 

Trucos para dejar impoluto también el exterior

Una vez tengas el interior del vehículo impoluto, le toca el turno al exterior. Para que quede radiante, en NIUS te explicamos una serie de trucos prácticos e infalibles, así como también elementos que no te tienes que olvidar limpiar:

  • No basta solo con echar agua a presión. No solo puede ser perjudicial para algunas zonas si no se mantiene una distancia prudente, sino que a veces puede resultar insuficiente. Por ello, se recomienda utilizar un jabón especial para coches y una esponja suave con la que frotar las zonas con más suciedad. 
  • No te olvides de limpiar las ruedas y las llantas, puesto que suelen acumular muchos residuos. Ahora bien, los expertos recomiendan no aplicar productos corrosivos ni aceites o grasas.
  • Para los cristales del coche, usa un buen producto y una bayeta específica para ello. No bajes las ventanillas justo después del lavado, es decir, cuando todavía estén mojadas.