Hay ocasiones en las que es evidente que algo está pasando en casa, no hay duda de que hay una fuga de agua cuando, por ejemplo, cuando nuestro vecino sube para contarnos que gotea agua por su techo y ha tenido que poner un cubo debajo para evitar que todo quede empapado.
Sin embargo, en otras ocasiones, esto no es tan sencillo de detectar y hay que esperar a llevarnos un susto al recibir la factura, por lo que conviene saber qué hay que buscar en caso de que sospechemos que hay una fuga de agua en la vivienda, esos signos que pueden convertirse en una gran ayuda.
Como decimos, hay muchas formas de detectar que hay una fuga de agua en la vivienda y no todas nos van a librar del desastre, pero todas pueden ayudarnos a ponerle remedio cuanto antes. Por ejemplo, una buena forma de asegurarnos de que todo marcha sobre ruedas es mirar el contador de agua que tenemos en casa. Si no hay agua corriente y todos los grifos están cerrados, este debería permanecer en el mismo punto, si sigue corriendo, es porque el agua está saliendo por algún lugar.
En muchas ocasiones, las fugas de agua están en el interior de las paredes, no es mala idea de vez en cuando estar pendiente de cambios que pueda haber en las texturas de paredes y suelos. Puede que la pintura se haya modificado o el color sea distinto, la pintura tenga pérdidas por algunos lugares o las texturas sean diferentes. Si hay una fuga puede que se note cierto olor a humedad, también podemos acercarnos y escuchar, por si oímos agua correr.
En algunas ocasiones el agua también puede tener ciertas fugas por la cisterna, esto es más sencillo de comprobar porque solo habrá que ver si el agua del inodoro deja de salir o está fluyendo constantemente. El sonido puede alertarnos, pero también la calma del agua, si no se mantiene inmóvil es probable que algo no funcione bien y sea necesaria la intervención de un profesional.
Las manchas repentinas son la mejor señal a la que prestar atención a la hora de comprobar que hay una fuga de agua, las humedades que se forman en las paredes solo aparecen cuando hay algún problema, por lo que son una clara alarma.
Hay estancias más propensas a tener fugas de agua que otras, por ejemplo, en la cocina no es mala idea asegurarnos de que los electrodomésticos no tienen fugas, que todo está bien conectado. Si el suelo está descolorido bajo ellos, puede ser señal de que, efectivamente, algo va mal. En el baño también pueden producirse, para evitar humedades y problemas, conviene vigilar que las juntas estén bien selladas para evitar que el agua se filtre.
Si detectamos alguno de estos problemas, lo mejor siempre será contactar con profesionales que se encarguen de arreglar la avería, aunque siempre antes habrá que llamar al seguro de hogar que tengamos contratado, para comprobar si nos cubre el arreglo y los desperfectos.