La atención constante se ha convertido en una de las mejores herramientas para evitar que nos engañen, esta y el conocimiento. Saber a qué podemos enfrentarnos y aprender a ver las señales que indican que algo no va bien es esencial cuando queremos librarnos de este tipo de situaciones.
Un acto tan habitual como repostar gasolina esconde la posibilidad de que esté adulterada, algo que podría suponer un riesgo para el vehículo, pero también para el medio ambiente y, sobre todo, para el bolsillo del conductor, que ve cómo paga por un producto que no es para nada lo que se esperaba de él.
Aprender a reconocer las señales que nos informan de que la gasolina que acabamos de poner en el coche no es lo que nos vendieron es esencial, para buscar soluciones, pero también para evitar que vuelva a sucedernos.
Para aumentar beneficios y gastar menos carburante, hay ocasiones en las que la gasolina se mezcla con otras sustancias, como aceite usado, disolventes, agua o alquitrán, timando así a los consumidores, que pagan por un producto una cantidad de dinero superior a lo que vale, poniendo también en riesgo el buen funcionamiento del vehículo.
Detectarla antes de ponerla en el vehículo no es posible sin realizar un análisis, por lo que los signos que nos advierten de ello aparecerán con posterioridad, cuando comencemos a circular de nuevo. De hecho, un comportamiento inusual del coche es una de las señales de alerta más evidentes de que algo no va bien y ese algo puede ser el carburante.
Por ejemplo, un signo evidente es que el vehículo comience a funcionar de manera irregular, pero también a emitir un humo excesivo o dar tirones inesperados. Puede suceder también que el motor presente problemas a la hora de arrancar después de repostar o que incluso se pare de repente, que el coche pierda potencia y velocidad, especialmente en adelantamientos.
La gasolina adulterada puede producir problemas de arranque, pero también una disminución del rendimiento del motor o un aumento del consumo de combustible. El estado del filtro del combustible también puede alertarnos, si se ensucia con frecuencia la culpable puede ser la calidad de la gasolina.
Los daños en el vehículo pueden tardar bastante tiempo en aparecer, pero también acabarían por alertarnos, sobre todo si siempre repostamos en el mismo lugar, lo que sumaría daños al coche. En caso de que el vehículo esté experimentando este tipo de males, lo mejor es acudir al taller más cercano o de mayor confianza, que puedan confirmar qué le sucede.
Si se confirma que es porque la gasolina ha sido adulterada, será necesario tomar cartas en el asunto, por lo que siempre es recomendable guardar los tiques de pago de las gasolineras en las que hemos repostado. Será necesario contactar con la estación de servicio donde se ha repostado este combustible adulterado y después continuar con los pasos que sean necesarios para que esto no vuelva a suceder.