Hay ocasiones en las que lo mejor para todos es dejar un trabajo de manera voluntaria, ya sea porque hemos encontrado uno con mejores condiciones o que nos hace sentirnos más realizados. En ocasiones es porque no nos queda más remedio o porque es lo mejor para nuestra salud mental.
Independientemente del motivo que nos lleve a tomar esta decisión, no podemos perder de vista que, aunque nos marchemos de manera voluntaria, nos sigue correspondiendo un finiquito, algo que suele preocupar a los trabajadores ante el riesgo de que no sea así. Cuando se renuncia de manera voluntaria al trabajo, la empresa también tendrá que abonarle sus servicios hasta el día en que se haga efectivo el din de la relación.
Para el cálculo de este finiquito es necesario tener en cuenta varios conceptos, el primero de ellos, el sueldo. También hay que conocer la parte proporcional de las pagas extra no prorrateadas que se han generado, pero no cobrado, así como los días de vacaciones que han quedado sin disfrutar y por los que la empresa deberá cotizar. Si hubiera, habría que conocer las horas extra hechas y pendientes de cobrar y, en los casos en los que haya, también cantidades acordadas, como bonus, objetivos y otros pagos similares.
Saber cuánto vamos a cobrar de finiquito es más sencillo una vez que tenemos claros los conceptos anteriores y que hay que tener en cuenta para calcularlo. Primero hay que calcular la parte proporcional del sueldo, que corresponde a todos los días que han pasado desde la última nómina cobrada hasta el día en el que se cumplen los 15 días de preaviso que se suelen dar para avisar del final del contrato.
En general, para calcular esta cantidad hay que dividir el sueldo mensual (si se cobra lo mismo todos los meses) entre 30 días, y después multiplicar esa cantidad por los días de ese último mes que se ha estado trabajando hasta que la renuncia ha sido efectiva. Después hay que calcular los días de vacaciones que quedan por disfrutar, y multiplicar esa cantidad de días por el sueldo diario que hemos calculado anteriormente.
Hay que tener en cuenta las pagas extra en caso de tener 14 pagas en lugar de doce, porque hay una parte de la siguiente paga extra que ya has generado con tu trabajo y que te corresponde cobrar. Una vez calculado esto, solo quedará sumar el resto de elementos que habíamos señalado antes, como las horas extra o los bonus y objetivos en el caso de que los tuvieras.
No suele ser demasiado habitual, pero en algunas ocasiones podría suceder que el finiquito, en lugar de devolvernos una fecha a nuestro favor, hiciera todo lo contrario. Esto es lo que pasa en las ocasiones en las que nos han adelantado el sueldo o hemos disfrutado de más vacaciones de las que nos correspondían. Como decimos, no es lo habitual, pero puede pasar.
Calcular nosotros mismos el finiquito que nos corresponde nos ayudará a evitar que intenten darnos una cantidad menor de la que nos corresponde, en caso de que esto suceda tendremos que tomar las medidas adecuadas para que la empresa rectifique. En ocasiones con hacérselo saber es suficiente, otras tendremos que poner nuestro caso en manos de un abogado. Firma ‘no conforme’ y de este modo después podrás reclamar.