Todos sabemos los peligros que tiene fumar para nuestra salud, provoca enfermedades pulmonares y aumenta el riesgo de padecer determinados tipos de cáncer, pero lo que no es tan frecuente es conocer otros daños que provoca en nuestro físico, como las antiestéticas manchas que la nicotina deja en los dedos.
El alquitrán y la nicotina que desprende el tabaco puede hacer que nuestros dedos adquieran una tonalidad amarillenta o marrón en la zona donde se sujeta el cigarro. Nada que no se pueda eliminar si conocemos la forma adecuada de hacerlo, para que de este modo nuestras manos luzcan ideales y como si esta adicción no existiera.
Si de verdad quieres eliminar las manchas amarillas que provocan los cigarros, no hay duda de que la mejor solución es dejar de fumar, porque de otra manera, tarde o temprano volverán. Por supuesto, esto no quiere decir que tengamos que resignarnos y evitemos eliminarlas, solo que será necesario hacerlo más a menudo que si eliminamos esta actividad de nuestras vidas.
El zumo de limón es un blanqueador natural y también puede emplearse para eliminar las manchas de los dedos. Para que funcione bien es importante frotar la zona con manchas directamente con un trozo de limón y dejar que actúe unos minutos, entre cinco y diez. Después solo tendremos que lavarnos las manos con agua tibia.
Este método, no obstante, no es demasiado recomendable cuando tenemos heridas en las manos. En esos casos se puede emplear una patata, que se usa para frotar sobre la zona manchada después de aplicar un poco de aceite. Una vez que esté un poco seco, hay que lavarse las manos con agua templada y una mezcla de jabón y azúcar que se empleará como exfoliante. Una vez hecho esto, no es mala idea aplicarse crema hidratante.
Si además de querer eliminar las manchas en los dedos, también hemos notado que las uñas adquieren una tonalidad no demasiado saludable, podemos aplicar pasta de dientes en la zona y frotar suavemente con un cepillo. Después solo tendremos que enjuagarnos las manos.
Otro truco habitual que se recomienda para eliminar las manchas amarillentas de las manos es usar aspirina, aunque en esta ocasión no la tomaremos, solo usaremos este medicamento para limpiar y aclarar la piel. Deshaz una aspirina en un poco de agua hasta crear una pasta espesa, aplícala en la zona a aclarar y deja que actúe unos quince minutos. Retírala con agua fría.
Como última solución, podemos frotar las manchas directamente con piedra pómez, aunque este es un sistema mucho más agresivo para la piel de nuestras manos que todos los anteriores, por lo que es el menos recomendable. Nunca conviene usarlo en exceso y siempre es buena idea usar crema hidratante después, para evitar dañarnos las manos tratando de que recuperen su aspecto original.
Trucos sencillos y con ingredientes que casi todos tenemos por casa, que podremos poner en práctica hasta encontrar el sistema que mejor funcione con nuestras manos… o hasta que sea el momento de dejar de fumar.