El 14 de febrero es una fecha señalada para todas las personas enamoradas del amor. Una fiesta en la que los corazones rojos, las cenas románticas y los paseos a la luz de la luna se convierten en los planes básicos de San Valentín que se esperan por parte de la pareja, aunque siempre se espera un poco más.
También es una fecha en la que, las personas solteras y que desean el amor, se sienten especialmente solas, porque todo a su alrededor parece estar diseñado para recordarles que en pareja, las cosas son más divertidas, más especiales, aunque esto no sea necesariamente cierto.
Esto hace que este día y las fechas cercanas, muchas personas bajen la guardia, esperando que su momento romántico llegue para que esta ocasión sea especial, y den oportunidades que de otra forma tal vez no darían, sobre todo a través de las redes sociales o las aplicaciones de citas.
Encontrar el amor no es sencillo, no solo porque haya muchos peces en el mar y no todos sean compatibles, también porque hay personas a quienes no les preocupa jugar con los sentimientos y esperanzas de otros con tal de conseguir sus objetivos. Existen varias formas de estafas amorosas y románticas y San Valentín es la fecha ideal para ponerlas en práctica, aunque no solo hay que estar pendiente ese día.
Aunque pueda parecer de personas desconfiadas, tomarte tu tiempo para conocer a alguien y asegurarte de que es la persona que dice ser se convierte en esencial para evitar que puedan estafarnos, algo que cada vez está más de tendencia. Son estafas románticas que emplean estas plataformas no para buscar compañía, sino para obtener un beneficio engañando a la otra persona.
Por ejemplo, no es raro que un estafador se cree un perfil falso con la intención de robar a la otra persona, ya sea sus datos personales o una vez que consigue un encuentro en persona. Trabajan para crear un vínculo emocional y ganarse la confianza de la otra persona, que no se da cuenta del engaño hasta que es demasiado tarde y le han robado sus datos privados y de usuarios, una técnica que se conoce como phishing.
Otra manera de estafa es a través del chantaje, obteniendo imágenes o vídeos íntimos que después se emplean como chantaje, amenazando con hacerlos públicos si no se cumple con sus peticiones. Esto se conoce como sextorsión, tal y como señalan los expertos en seguridad de Inner Circle, que han estudiado este tipo de estafas.
Formas de robar y estafar a la otra persona que no solo afectan en lo económico, también dañan en lo emocional, porque se ha depositado la confianza en alguien que nunca la mereció. Por eso conviene andarse con pies de plomo, investigar la huella digital de esa persona que estamos conociendo, para asegurarnos de que es real, o no dejarnos convencer de cosas que parecen demasiado buenas para ser ciertas, porque no es raro que, efectivamente, así sea. Confiar está bien, pero eso no quiere decir que tengamos que bajar la guardia por completo.