Entre quienes perciben una pensión de jubilación suelen surgir muchas dudas relativas al pago de tributos y otras cuestiones relacionadas con los impuestos. Por ejemplo, ¿cómo se solicita el cobro de la pensión?
El dinero que los pensionistas reciben está considerado como una renta del trabajo por parte de la Agencia Tributaria (una consecuencia de la actividad profesional realizada a lo largo de la vida laboral) y por lo tanto está sujeta al IRPF. Estos trabajadores ya no forman parte de la fuerza laboral activa, pero siguen siendo contribuyentes para el Fisco. Es la Seguridad Social la que mes a mes recauda la parte porcentual del impuesto para abonarla a Hacienda en tiempo y forma.
La retención que la Seguridad Social practica es diferente en función de cada trabajador retirado: grava en porcentaje la cuantía de la jubilación, y tiene en cuenta distintas situaciones personales que influirán en el resultado final de la declaración de la renta de la persona que percibe la prestación (por ejemplo, la percepción de una pensión de viudedad).
Podría darse el caso, como de hecho sucede, de que una persona jubilada quisiera modificar la retención de IRPF de su pensión. Un buen ejemplo sería el de aquellos pensionistas a los que la declaración de la renta les sale normalmente a pagar y quieran reducir de alguna manera el mordisco de cada campaña de la renta. ¿Cómo se realiza esta gestión?
Hay que tener en cuenta que esta modificación solo aplica en dos escenarios:
Para la modificación, la Seguridad Social cuenta con un servicio especializado llamado ‘Incremento o finalización del tipo voluntario a efectos de las retenciones de IRPF’.
Quienes deseen aumentar o restituir el gravamen del IRPF de la pensión que reciben deberán descargar y rellenar el formulario habilitado y aportar la necesaria para que la SS realice este cambio (fotografía de las dos caras del DNI). Además de los datos habituales, se deberá indicar si se quiere aumentar la retención de IRPF o bien regresar al gravamen inicial.
El trámite puede realizarse en cualquier oficina de la seguridad social con cita previa, o bien telemáticamente, aunque en este caso no se necesitan los sistemas de identificación digital habituales: DNI electrónico, Certificado digital o Cl@ve. Es suficiente con tener una conexión a internet activa para realizar la identificación.
Una vez hayamos rellenado el formulario, ya podemos enviarlo a través del apartado ‘Enviar solicitud’. La web nos llevará a una nueva sección donde introduciremos de nuevo algunos datos personales y de contacto y adjuntaremos el formulario rellenado con la petición. El último paso es el más importante: la verificación de identidad. En este caso, será suficiente con utilizar el móvil o el ordenador para hacernos un selfie. Si el dispositivo que estamos usando no cuenta con una cámara, podremos realizar el proceso de verificación de identidad a través de un código QR facilitado por el servicio web de la Seguridad Social.