¿Cómo limpiar los suelos de terrazo para que brillen como el primer día?
Debido a su composición especial, los suelos de terrazo necesitan de ciertos cuidados para tener buen aspecto
Para dejarlo como nuevo, hay que enfocarse en dos puntos importantes: la limpieza con un jabón no abrasivo y el pulido
Cómo limpiar el suelo laminado para que recupere el brillo y luzca como si fuese recién estrenado
Si lo comparamos con otro tipo de materiales, como la cerámica o el granito, el suelo de terrazo de nuestra casa puede desgastarse y decolorarse con mayor facilidad que otro tipo de superficies (no debemos confundirlo con el suelo de la terraza, que requiere un proceso distinto). Este es uno de los principales inconvenientes. ‘Se mancha con mirarlo’, suelen decir quienes acaban sufriendo alguno de los problemas más típicos. Basta con que lo descuidemos una semana para que adquiera una aspecto sucio, muy poco agradable.
El terrazo es un material poroso (mezcla de cemento y fragmentos de mármol, granito u otros materiales), y por lo tanto requiere que lo limpiemos con más cuidado que otro tipo de suelos con más solera. Jamás deberíamos usar productos químicos abrasivos, ya que podrían estropearlo. Tampoco es conveniente mojarlo con frecuencia, ni limpiarlo más de una vez a la semana.
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Utiliza productos adecuados
- Si queremos aprovechar al máximo sus cualidades, el terrazo hay que pulirlo cada cierto tiempo. Como además es un tipo de suelo más delicado y sufrido que otros, escogeremos productos que respeten el material con el que está fabricado y nos permitan sacarle brillo.
- Vamos a utilizar limpiadores neutros, sin sustancias abrasivas, detergentes suaves, almohadillas, abrillantadores específicos, de venta en cualquier superficie y selladores, una vez lo hemos pulido y queremos proteger la superficie.
Limpia tu suelo de terrazo para que brille
Lo primero es realizar una pasada para eliminar el polvo superficial. Para ello, tenemos que barrer y aspirar la zona que vayamos a repasar y abrillantar para evitar los arañazos causados por partículas abrasivas. Podemos usar una escoba de cerdas suaves, o bien una aspiradora eléctrica con un accesorio que suavice la pasada para no rayarlo. Es recomendable hacerlo todos los días.
Como paso añadido, también muy útil, pasaremos la mopa justo después. Este mantenimiento diario nos ahorrará preocupaciones y carga de trabajo cuando llegue la hora de limpiar el terrazo.
Para una limpieza normal, mezclamos agua tibia con un detergente suave (jabón de Marsella, por ejemplo) en un cubo con escurridor. También sirven los limpiadores especiales para terrazo que venden en cualquier gran superficie.
El escurridor nos permitirá escurrir la fregona al máximo para que las pasadas empapen mínimamente la superficie del terrazo y no quede agua estancada en ningún punto, ya que este tipo de suelos admiten mal que los mojemos constantemente. Es mejor realizar una limpieza una vez cada una o dos semanas que fregarlo todos los días. Con eso solo conseguiremos que aparezcan manchas. En cuanto a la fregona, la más recomendable es la de microfibra, por la suavidad de la pasada.
Si no estamos seguros de haber elegido el producto adecuado para nuestro tipo de suelo, es mejor hacer una prueba en un área discreta antes de pasar a limpiar toda la superficie.
El calendario es sencillo, tan solo hay que alternar el tipo de producto que utilizamos.
- Una semana lo fregaremos con agua tibia y un limpiador neutro, no agresivo.
- La pasada de la semana siguiente la realizaremos con un abrillantador industrial con cera específico para terrazo, que suele servir también para superficies tipo gres, parqué o linóleo. Dos tapones de producto en el cubo con agua, o lo que indiquen las instrucciones del fabricante.