Como cualquier equipamiento electrónico, nuestros auriculares necesitan de cierto mantenimiento para seguir funcionando tan finos como el día que los compramos. No nos referimos a cargarlos religiosamente, o a evitar que reciban golpes, sino a que estén en un estado de limpieza óptimo, que les permita reproducir nuestra música favorita con la máxima fidelidad posible.
La limpieza y el mantenimiento de los auriculares inalámbricos es una parte esencial para garantizar su correcto funcionamiento y además prolongar su vida útil lo máximo posible. Dado que este tipo de auriculares a menudo se exponen a elementos como el cerumen, el polvo y la grasa, es importante realizarles un buen repasito. Una limpieza regular. A continuación, detallamos los pasos y repartimos consejos gratis que nos permitan limpiar nuestros auriculares inalámbricos de una manera segura y eficaz.
Antes de comenzar el proceso hay un par de detalles que debemos tener en cuenta. Por un lado debemos asegurarnos de que los auriculares en cuestión estén apagados y desconectados de cualquier dispositivo antes de comenzar la limpieza. Por el otro, es importante que retiremos las almohadillas, ya sean de espuma, silicona u otros materiales. Una vez cumplidos estos dos pasos previos, es hora de ponerse manos a la obra.
El primer elemento que vamos a limpiar son las propias almohadillas. El tratamiento correcto sería lavarlas con con agua tibia y unas gotas de jabón lavavajillas. Las dejaremos en remojo durante unos 30 minutos y luego pasaremos a enjuagarlas. Evidentemente, dejaremos que se sequen por completo antes de volver a colocarlas en los auriculares, para evitar humedades y otros problemas.
Para la limpieza de los propios auriculares inalámbricos necesitares un cepillo suave, un paño suave, alcohol isopropílico y bastoncillos de algodón (de esos que ahora son malos para limpiarnos las orejas). El primer paso es usar el paño, ligeramente humedecido en alcohol isopropílico tanto en los auriculares como en la caja de carga. Es clave prestar atención a la cantidad de líquido, para evitar que este termine entrando en los componentes electrónicos.
El cepillo de dientes, que debe ser suave y estar seco, lo usaremos para limpiar las rejillas de micrófono y altavoces, teniendo cuidado de que el auricular mire hacia abajo para que la suciedad retenida en él no vuelva a entrar en el auricular. Los bastoncillos los usaremos si encontramos zonas de difícil acceso, tratando de pasar el algodón ligeramente humedecido por estas partes complicadas del auricular.
Estos mismos pasos podemos aplicarlos también a la caja de carga, asegurándonos siempre de que todos los componentes están completamente secos antes de volver a usarlos para reproducir nuestra música favorita (o nuestros podcast, o lo que sea que escuchemos).
La limpieza regular y adecuada de tus auriculares inalámbricos no solo prolonga su vida útil, sino que también garantiza una mejor calidad de sonido y una experiencia auditiva más higiénica. Siguiendo estos pasos y consejos, podemos mantener nuestros auriculares en óptimas condiciones, asegurando su funcionalidad y manteniendo una buena higiene personal.