¿Cómo arreglar el parabrisas del coche sin pasar por el taller?

En los tiempos que corren es raro que un coche con más de un par de años de uso no haya recibido algún chinazo en su parabrisas, dejando una pequeña y molesta marca de forma perenne en el cristal. Esta pequeña rotura puede ocasionar problemas en la visibilidad y también acarrearnos sanciones de parte de las autoridades pertinentes, por lo que no se pueden dejar estar ‘y ya’. A esto además hay que añadirle que dejar estos daños sin reparar multiplica el riesgo de que el parabrisas empeore y solo quede la opción de sustituirlo.

Reparar el parabrisas de un coche es una tarea que muchos conductores prefieren dejar en manos de profesionales. Sin embargo, hay situaciones en las que una reparación rápida y sin la ayuda de un taller es posible. Ya sea por un pequeño impacto, una grieta, o rasguños superficiales, existen métodos que podemos aplicar para reparar el parabrisas de manera efectiva y segura.

Identificación del daño

El primer paso para una reparar este tipo de daños en nuestro parabrisas es identificar correctamente el tipo de daño que ha sufrido, ya que en cada caso la forma de repararlos es diferente. La norma general para medir la gravedad del daño es compararlo con una moneda de dos euros. Si el tamaño es superior a esta moneda, lo mejor es sustituir el cristal en el taller. 

  • Impactos pequeños: Causados por piedras o escombros sueltos en la calzada e impulsados por las ruedas de otros vehículos. Suelen dejar una pequeña marca circular o en forma de estrella.
  • Grietas: Líneas finas que pueden extenderse desde el punto de impacto a lo largo del parabrisas.
  • Rasguños superficiales: Generalmente causados por el uso de limpiaparabrisas desgastados o con excesiva suciedad.

Materiales necesarios

Para realizar una reparación básica, necesitaremos algunos materiales y herramientas que son fáciles de conseguir:

  • Kit de reparación de parabrisas: Disponible en tiendas de repuestos y talleres a un coste cercano a los 20€.
  • Limpiador de cristales: Para limpiar el área afectada antes de proceder con la reparación.
  • Rasqueta o cuchilla de afeitar: Para eliminar posibles excesos de resina tras la aplicación del kit.

Proceso de reparación del parabrisas

  1. Preparación y limpieza: El área dañada del parabrisas debe limpiarse minuciosamente, eliminando cualquier residuo, suciedad o fragmentos de vidrio. Esto se puede hacer con agua y jabón suave, y es crucial secar completamente el área antes de proceder.
  2. Evaluación del daño: Inspeccionaremos cuidadosamente el daño para determinar su tamaño, forma y ubicación. Una regla general es que si la astilla o grieta es menor que una moneda de dos euros y no afecta el campo de visión del conductor, es probablemente reparable.
  3. Aplicación de resina: Utilizar un kit de reparación casero, que generalmente incluye resina de alta penetración, una jeringa para aplicar la resina y un soporte con ventosas para adherir el dispositivo al cristal. Inyectamos la resina en la grieta o astilla, asegurando que penetre completamente.
  4. Secado: La reparación debe realizarse a la luz del sol para que la resina se solidifique de manera efectiva y más rápida. Dejamos reposar la resina durante aproximadamente 5 minutos y luego retiramos la estructura. Si aún se ven desperfectos en el parabrisas, aplicamos más resina y utilizamos un secador de pelo para facilitar su distribución.
  5. Pulido final: Una vez que la resina está completamente seca, pulimos la superficie del parabrisas para eliminar cualquier exceso de resina y dejarla suave y transparente. En este punto los daños deberían ser prácticamente invisibles.

Consecuencias de no reparar el parabrisas a tiempo

Las grietas y golpes no reparados pueden expandirse con el tiempo - sobre todo con los cambios de temperatura -, debilitando la resistencia del parabrisas y aumentando el riesgo de rotura, además de dificultando enormemente una reparación casera del cristal. Además en estos casos la visibilidad y, por tanto, nuestra seguridad al volante disminuye enteros, al distorsionar potencialmente nuestra visión. Esto, sin olvidar que además ir con el parabrisas en malas condiciones puede suponernos una multa por parte de las autoridades competentes.