La Dirección General de Tráfico mantiene su lucha contra los conductores imprudentes y el exceso de velocidad. El descenso de los fallecimientos por accidente en las últimas décadas ha venido precedido por diversas medidas: desde el carnet por puntos, hasta un mayor número de controles de velocidad. Entre ellos se encuentran los coches radar que suelen estar camuflados en zonas donde una velocidad inadecuada puede provocar un mayor número de accidentes.
No cabe duda de que este tipo de vehículos son una auténtica pesadilla para quienes no están por la labor de respetar los límites de velocidad, ya que pueden situarse en cualquier tramo de la carretera. No obstante, hasta no hace mucho los coches destinados a esta labor tenían una matrícula que les “delataba”, puesto que llevaban las letras PGC, es decir, Parque Guardia Civil.
Sin embargo, los últimos modelos ya disponen de una matrícula estándar que los hace indetectables, más allá de que estén parados en algún arcén o un cruce donde no suele haber ningún tipo de vehículo.
Aunque por fuera parecen automóviles convencionales, lo cierto es que en su interior los agentes cada vez disponen de un mayor número de mejoras tecnológicas. De acuerdo con la propia información de la DGT, en ellos hay conexión a Internet y un sistema de comunicaciones vía satélite. Esto les sirve para tener una ubicación GPS que les ayuda a estar conectados con la central.
Además de este tipo de comunicaciones, estos vehículos también incorporan una cámara que les permite fotografiar a los coches que no cumplen con la velocidad establecida en la vía. Es más, tienen la capacidad de tramitar directamente la multa.
La cámara que incorpora un coche radar de la Guardia Civil no solo es capaz de fotografiar al vehículo que está circulando por encima del límite establecido, sino que además se incorpora un lector de dicha matrícula que en cuestión de segundos determina si se trata de un automóvil que carece de seguro o incluso de si ha sido robado con anterioridad.
Aunque muchos conductores consideran que los coches radar de la Guardia Civil están agazapados acechando a sus presas, lo cierto es que disponen de paneles luminosos que avisan de su situación, así como de señales de emergencia. Claro que, si se respetan las normas de circulación, no habrá que preocuparse por la ubicación de estos agentes encargados de velar por la seguridad del tráfico.
En este punto, es conveniente recordar que las multas por exceso de velocidad van desde los 100 hasta los 600 euros y desde la no retirada de puntos del carnet, hasta la pérdida de seis cuando la infracción es muy grave. Respetar los límites es una de las medidas clave de la DGT, que apunta en su web el siguiente dato: “Dos de cada tres sanciones en vías interurbana están directamente relacionadas con la velocidad excesiva que, además, es un factor de riesgo presente en casi el 20 % de los accidentes con víctimas”.