Conducir por encima de la velocidad permitida puede ser desde una infracción de tráfico a un delito castigado por el Código Penal, pero en todos los casos sin duda se trata de un peligro para la seguridad. Por ello, las multas de tráfico sancionan a los conductores que no respeten estas normas.
En la actualidad, el margen de error con el que actúan los radares que controlan las carreteras del país se basa en la regla del 7, que se centra en dos grupos básicos: por debajo de 100 kilómetros por hora y por encima de ellos.
En el primer caso, los radares no se activarán (y pondrán multa) hasta que no se sobrepase el límite de velocidad en 7 km/h. Es decir, si circulamos por una vía con restricción a 50 kilómetros por hora, el radar no se activará hasta los 57 km/h.
Cuando se superan los 100 km/h esta regla varía, utilizando el 7%. De esta manera, si circulamos por una carretera con límite a 110 km/h se activará cuando se superen los 117,7 km/h.
La Guardia Civil ha querido aclarar esta regla a través de las redes sociales, donde mucha gente tenía dudas sobre el funcionamiento de estos aparatos.